Jair Bolsonaro está a unos pasos de ocupar el banquillo de los acusados. El presidente de Brasil enfrentará una investigación tras ser denunciado por interferir en asuntos policiales por el ex ministro de Justicia y Seguridad Pública, Sergio Moro.
El Supremo Tribunal Federal abrió paso a la investigación y en caso de que las acusaciones resultaran ciertas, el presidente enfrentaría de cargos de obstrucción de justicia, coerción, corrupción y fraude de identidad.
Sergio Moro, ahora ex ministro, renunció el viernes pasado cuando acusó interferencias políticas en la lucha contra la corrupción por parte Bolsonaro, después de que el mandatario destituyera al director general de la Policía Federal, Mauricio Valeixo.
Moro, quien ganó popularidad en la derecha brasileña por poner tras las cuerdas a Dilma Rousseff y llevar a la cárcel al ex presidente Lula da Silva acusado de corrupción, al momento de su renuncia aseguró que Jair Bolsonaro le reveló que quería al frente de la policía a alguien con quien tener “contacto personal” y solicitar información de inteligencia.
Las declaraciones cobran relevancia dado que los hijos del presidente están bajo investigación por ser acusado de corrupción. Flavio Bolsonaro está acusado de incrementar su patrimonio en 1.82 millones de dólares en negocios inmobiliarios a través de su ex chofer, mientras que Carlos ha sido logado con una organización que crea noticias falsas para atacar a opositores de su padre.
“Como ciudadano, continuaré defendiendo, como siempre lo hice mientras estaba en el gobierno, la aprobación de proyectos anticorrupción. Por supuesto, en este momento, la prioridad es combatir la pandemia de Covid y sus efectos, como el desempleo”, escribió Moro en Twitter, dos días después de su dimisión.
Bolsonaro A un paso del juicio político
La renuncia de Sergio Moro abrió la puerta a la oportunidad de llevar a Bolsonaro a enfrentar un juicio político que lo obligaría a dejar la presidencia, como ocurrió con el proceso de destitución de Dilma Rousseff, en 2016.
Como parte de esta investigación, la Policía Federal de Brasil deberá interrogar a Sergio Moro, para lo cual cuentan con un plazo de sesenta días, de acuerdo con la decisión del juez Celso de Mello, a informó la agencia AFP citando un documento al que tuvo acceso.
Las conclusiones de la investigación deberán ser revisadas por la Fiscalía General de ese país, quien podrá solicitar el juicio político contra el presidente o, en caso contrario, una acusación por falso testimonio contra Moro.
El ex ministro ya dio un paso adelante para evadir las acusaciones y presentó en televisión brasileña una conversación con el presidente a través de WhatsApp, sobre la destitución del jefe de la policía. Medios brasileños señalan que también existen grabaciones de las discusiones entre Moro y Bolsonaro.
En tanto, si la fiscalía brasileña encuentra elementos para respaldar una denuncia formal en contra del presidente de Brasil, deberá ser el Congreso quien deba autorizar el proceso para destituir a Bolsonaro como mandatario de la economía más grande de América Latina.
No obstante, hay una división en las opiniones de la ciudadanía respecto a la oportunidad de un juicio político, ya que sólo 45 por ciento considera que el Congreso sí debería abrir un juicio político, mientras 48 por ciento opina lo contrario, de acuerdo con una encuesta divulgada por Datafolha.
Otra encuesta, realizada por Altas Político, arrojó que 64.4 por ciento de los brasileños no aprueban el gobierno de Bolsonaro, frente a un 30 por ciento de aprobación. El sondeo también reveló que 54 por ciento está a favor del proceso de juicio político.
Al respecto, Merval Pereira, analista político y periodista en O Globo, diario que ha criticado fuertemente la administración de Bolsonaro, escribió en un análisis que la situación del presidente se complica con esta nueva investigación, que se suma a otras 30 solicitudes de juicio político.
“2021 será muy desfavorable para Bolsonaro, especialmente con una crisis económica muy difícil por delante. No hay nada que sugiera que la popularidad se mantenga en el rango que aún obtiene en las encuestas de opinión”, escribió Pereira.
En medio de la polémica, el presidente Bolsonaro designó como nuevo ministro de Justicia y Seguridad Pública al abogado y pastor presbiteriano André de Almeida Mendonça y a Alexandre Ramagen, un hombre cercano a su familia, como director de la Policía Federal.