Brasil, el abismo político

Poco más de un año después de la destitución de la entonces presidenta brasileña Dilma Rousseff, es ahora su sucesor, Michel Temer, quien está al borde de correr la misma suerte, agravando la profunda crisis política en Brasil.

El presidente Temer, acusado de estar en medio de una trama de sobornos, es solo el último eslabón de la cadena. Una espiral que parece no tener fin. Una trama política que supera cualquier ficción.

Carlos Salazar Carlos Salazar Publicado el
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“Temer y Neves actuaron conjuntamente para impedir el avance de investigaciones de corrupción”
Rodrigo JanotFiscal general de Brasil

Poco más de un año después de la destitución de la entonces presidenta brasileña Dilma Rousseff, es ahora su sucesor, Michel Temer, quien está al borde de correr la misma suerte, agravando la profunda crisis política en Brasil.

El presidente Temer, acusado de estar en medio de una trama de sobornos, es solo el último eslabón de la cadena. Una espiral que parece no tener fin. Una trama política que supera cualquier ficción.

Durante las últimas semanas, los altos ejecutivos del conglomerado Odebrecht han implicado a casi toda la clase política de Brasil en la trama de corrupción -e incluso a funcionarios de otros países- en lo que ya es el mayor escándalo político en la historia de Brasil.

Mientras la bolsa brasileña se resiente del nuevo episodio de la trágica trama de política, sobornos y corrupción, los brasileños, cansados de sus dirigentes, salen a las calles para exigir elecciones directas inmediatas.

La crisis, para bien o para mal, parece cercana de tocar fondo, pues en los últimos días los acontecimientos están tomando mayor velocidad y parecen haber llegado ya a lo más alto.

Tras la caída del expresidente del Congreso, Eduardo Cunha -aliado de Temer- en el 2016, y la sombra de la destitución del presidente, se estaría comprobando la total infiltración que tuvo la corrupción a todos los niveles de la administración pública de Brasil.

La salida de Dilma Rousseff en mayo pasado -ratificada en octubre- paradójicamente no estuvo relacionada con la investigación Java-Lato, sino que se debió a irregularidades financieras en su gestión de gobierno.

Ahora, la espiral de corrupción llega hasta el primer mandatario de Brasil, Michel Temer, el sucesor de Dilma y sobre quien siempre ha pesado la sospecha de operar políticamente y con métodos cuestionables para hacerse con el poder.

Oscuros escenarios

El pasado viernes 19 de mayo, la Fiscalía General de Brasil acusó formalmente al presidente en funciones por obstaculizar la justicia, y también lo implica en el cobro de sobornos.

La acusación no queda ahí, los empresarios que han declarado ante la justicia brasileña implicaron también a sus antecesores, tanto a Dilma Rousseff, como a Luis Inázio Lula Da Silva.

Cabe señalar que en un proceso paralelo, el Tribunal Superior Electoral investiga al mandatario por supuestas irregularidades en la campaña de 2014, donde acompañó a Dilma Rousseff. Supuestamente Temer habría recibido millones en sobornos.

En los últimos días Brasil vive una convulsión política inédita, y aunque Temer ya declaró que no va a renunciar, nadie sabe qué es lo que podría pasar en los próximos días.

Aunque la demanda en la calle es la convocatoria a nuevas elecciones abiertas, debido a la bochornosa situación que vive la clase política, la realidad es que es una posibilidad muy poco probable.

En caso de que Temer decida renunciar, o que la justicia lo lleve a la destitución, la Constitución indica que el presidente del Congreso, actualmente Rodrigo Maia, asuma la presidencia interina y convoque a elecciones indirectas.

O sea que el Congreso elegiría al nuevo mandatario, pues ya se superó la mitad del mandato presidencial de cuatro años.

Hay otra posibilidad, aunque más remota, en caso de que el TSE determine en su investigación la anulación de la candidatura de Rousseff y Temer en 2014, y por lo tanto este mandato presidencial.

En este caso, si se determina la ilegalidad de los comicios, o que los derechos de los votantes fueron violentados, el Tribunal podría llamar a nuevas elecciones directas sin necesidad de la aprobación del Congreso.

Ninguno de los escenarios es bueno para Temer, quien cada día luce menos firme en el cargo, y solo parece cuestión de tiempo.

Temer se queda solo

Tras revelarse las grabaciones donde Temer presuntamente avala los sobornos a Eduardo Cunha, se multiplicaron en el Congreso las solicitudes para destituirlo.

En los últimos días se introdujeron ocho, que se añaden a las cuatro que ya acumulaba durante su mandato.

A la par, Temer empieza a sentir cómo lo abandonan sus aliados, algo parecido a lo que le sucedió a Dilma Rousseff previo a que se iniciara su juicio político.

Tanto ministros como legisladores en el Congreso lo están dejando solo, principalmente de los otros cuatro partidos que conforman el gobierno. Tampoco parece tener mucho apoyo entre los miembros de su partido.

Mientras pasan los días, más claro parece ser que Temer, más que un activo político, es un factor de desprestigio para sus aliados.

El ministro de Cultura, Roberto Freire, del Partido Popular Socialista, fue el primero en dimitir tras darse a conocer el escándalo de Temer.

Roberto Jungmann, ministro de la Defensa y también del Partido Popular Socialista, estuvo a punto de renunciar al gabinete. Decidió mantenerse en el cargo debido a la inestabilidad que se vive en Brasil, aunque políticamente ya rompió con Temer.

El Partido de la Social Democracia Brasileño, que tiene cuatro ministros en el equipo de Temer, también amenazó con romper públicamente con el gobierno, aunque la crisis lo alcanzó.

Su dirigente, el senador Aécio Neves, fue destituido acusado de aceptar sobornos, por lo que está en su propio control de daños.

Algunos integrantes de este partido fueron los que solicitaron uno de los juicios de destitución.

Los favores

Con conocimiento de Michel Temer, la empresa JBS sobornó a Eduardo Cunha, revelaron medios de Brasil:

>> 1.6

Millones de dólares habrían pagado al exlíder del Congreso cuando ingresó a prisión por corrupción

>> 6.5

Millones de dólares le adeudan por la tramitación de una ley de incentivos fiscales para la industria cárnica

Audio acusatorio

El presidente de Brasil, Michel Temer, enfrenta acusaciones de corrupción:

>El jueves pasado se difundió en medios de Brasil el audio registrado por Joesley Batista Batista, uno de los dueños de la empresa exportadora de carne JBS, durante una visita que le hizo a Temer el pasado abril.

>En el audio se escucha a Batista hablar de los “favores” de algunos ministerios para su empresa.

>Detalla que está en contacto con fiscales que le informan sobre investigaciones y que soborna a Eduardo Cunha, un exdiputado preso por corrupción y cercano a Temer, para que no colabore con la Justicia.

>A Temer sólo se le escucha asentir, sin mayores comentarios, lo que analistas jurídicos interpetaron como un apoyo implícito.

>Batista confesó a las autoridades que ha pagado sobornos a Temer desde el 2010.

>La Corte Suprema abrió una investigación formal contra Temer, quien puede ser destituido si se abre un proceso penal en su contra.

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