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Brexit en punto muerto

Antes de hablar del nuevo modelo de relación del Reino Unido con Europa, la UE demanda se solucionen los derechos de los comunitarios residentes en UK o la situación de Irlanda del Norte una vez concretada la ruptura

La primera ministra británica Theresa May ya ha fijado el día -y la hora- para que se concrete la salida definitiva del Reino Unido de la Unión Europea; sin embargo, los negociadores de la UE no comparten su optimismo y piden un esfuerzo mayor para poder avanzar en las negociaciones.

Hasta el momento el mayor escollo en las pláticas está en la factura que Reino Unido pagaría a Bruselas por compromisos adquiridos a mediano y largo plazo. Mientras May ha ofrecido 20 mil millones de euros, la UE pide entre 60 mil y 100 mil millones.

Aunque hay algunos reportes que afirman que la primera ministra podría elevar la oferta inicial hasta los 40 mil millones, la cifra aún es insuficiente para los negociadores de la Unión Europea.

Pero también existen otros obstáculos que impiden que haya progresos en la negociación, como la falta de avances concretos sobre el tema, los derechos de los comunitarios residentes en Reino Unido o la situación de Irlanda del Norte una vez concretada la ruptura.

Tras seis rondas de negociaciones son estos tres temas fundamentales los que mantienen el impasse y la UE demanda la resolución de estos puntos antes de entrar en pláticas del tema de mayor interés para el Reino Unido: el modelo de su futura relación con Europa.

El pasado viernes 10 de noviembre, el negociador en jefe de la Unión Europea, Michael Barnier le planteó un ultimátum a Theresa May, un plazo de no más de dos semanas para que el Reino Unido haga las concesiones necesarias para poder avanzar en el proceso de divorcio.

El próximo 15 de diciembre se celebrará el último Consejo Europeo de este año, y los líderes de los países miembros de la UE estudiarán el avance de las peticiones que le han hecho al gobierno británico para determinar si pueden pasar a la siguiente etapa: el comienzo de las negociaciones para un futuro acuerdo comercial.

Sin embargo, al día de hoy las posturas están sumamente alejadas, sobre todo por el pago de la factura de Reino Unido a la Unión Europea, pero en otros temas tampoco ha habido avance y la impresión es que el proceso de negociación prácticamente se ha detenido debido a las diferencias entre las partes.

El hecho de que la sexta, y hasta el momento última ronda de negociaciones celebrada la semana pasada se haya saldado en apenas un día, considerando la larga lista de pendientes, es una señal de que se ha llegado a un punto muerto. Las pasadas cinco rondas se extendieron por 4 días.

A las 11 de la noche del 29 de marzo del 2019 se deberá producir el brexit, según lo adelantado por Theresa May, pero además de la fecha, hay hasta el momento muy poca certeza sobre la forma en que se concretará la ruptura y sobre todo cómo quedará la relación entre Gran Bretaña y el resto de Europa; un divorcio que ha resultado más traumático de lo esperado.

A las 11 de la noche del 29 de marzo del 2019 se deberá producir el brexit, pero hasta el momento hay muy poca certeza sobre cómo quedará la relación entre Gran Bretaña y el resto de Europa

Las cuentas pendientes

La diferencia entre las cifras que ofrece el Reino Unido como factura de salida y lo que pretende obtener la Unión Europea ha sido el factor clave que ha impedido un mayor progreso en las negociaciones.

Este ajuste de cuentas sobre los compromisos de pagos futuros adquiridos por el grupo de 28 países y que aún no se ha desembolsado, es el principal reclamo de los 27 países que se quedarán en el pacto a sus exsocios británicos.

Theresa May ha mostrado la disposición de asumir algunos de estos compromisos presupuestarios anteriormente pactados, pero en algunos rubros como el pago del servicio de algunos préstamos a largo plazo o la contribución a las pensiones de funcionarios de la Unión Europea se ha mostrado reticente.

Hasta el momento hay un abismo de al menos 40 mil millones de euros que separa a las partes, y aunque en las próximas semanas es previsible que se puedan acercar las posturas, podría no ser suficiente, sobre todo tomando en cuenta que el tema del dinero se encuentra sin progreso desde junio y luce complicado que en un mes se pueda avanzar lo que no se ha podido en seis.

La cuestión de Irlanda del Norte es otro tema que ha generado fricción. Debido a su ubicación geográfica, Irlanda del Norte será la única ‘frontera’ terrestre entre el Reino Unido y la Unión Europea.

Theresa May se ha pronunciado por mantener la frontera invisible entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda (país socio de la Unión Europea) y un pacto de libre circulación, lo que se contrapone con la postura de algunos países miembros que resaltan la necesidad de un control fronterizo para evitar que parte del Reino Unido quede ‘dentro’ del territorio europeo.

En el único de los tres temas fundamentales en los que parece casi seguro que se pueda llegar a un acuerdo es en el tema de los derechos futuros de los ciudadanos europeos en Reino Unido y de los ciudadanos británicos que viven en otros países europeos.

Lo único que al parecer aún se estaba negociando es el hecho de que Reino Unido quiere implementar algunos mecanismos administrativos para que los ciudadanos puedan obtener un estatus legal de residentes a partir del brexit, y en Bruselas quieren garantías de que se implemente un modelo simple, funcional y de bajo costo, pero no parece que sea un tema en el que se dificulte el acuerdo.

Será el 15 de diciembre, tras la conclusión del Consejo Europeo, cuando se podrían dar a conocer de forma oficial el avance de las negociaciones.

May se ha mostrado reticente en el pago del servicio de algunos préstamos a largo plazo o la contribución a las pensiones de funcionarios de la Unión Europea

La mayor fractura

Hasta el momento el mayor escollo está en la factura que Reino Unido pagaría a Bruselas por compromisos adquiridos a mediano y largo plazo:

20,000
Millones de euros ofrece Theresa May
60,000 – 100,000
Millones de euros pide la Unión Europea
40,000
Millones de euros cifra a la que podría llegar la primera ministra en la negociación
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