La crisis que enfrenta el mundo a causa del COVID-19 trajo una oportunidad para la industria de la medicina cannábica. Algunas investigaciones científicas analizan si la cannabis puede resultar efectiva en tratamientos alternativos de esta enfermedad.
Dos científicos canadienses fueron los primeros en poner estas investigaciones sobre la mesa, debido a los resultados que obtuvieron sobre el uso del cannabis para tratar el cáncer, la artritis y la enfermedad de Crohn.
Igor y Olga Kovalchuk, investigadores de la Universidad de Lethbridge, consideran que determinadas cepas híbridas de cannabis impiden que el virus SARS-CoV-2 ingrese al cuerpo, y en caso de que una persona lo tenga en su sistema, evitan su propagación.
Los científicos publicaron un informe en el cual explican que durante su investigación encontraron que por lo menos una docena de mil 500 cepas híbridas de cannabis creadas en su laboratorio tienen potencial para controlar el sistema inmunológico humano y con ello crear resistencia ante el virus.
Las cepas con las que están trabajando los científicos contienen un alto porcentaje de cannabidiol (CBD), esto quiere decir que tienen una alta presencia del ingrediente medicinal del cannabis y relativamente poca cantidad del tetrahidrocannabinol (THC), el componente psicoactivo de la planta.
Igor Kovalchuk, en su informe publicado en la revista médica Research Square, declara que las cepas que se estudian para tratamientos de COVID-19 permitirían una dosis de 500 miligramos de CBD, sin alcanzar los límites de THC, que es de 25 miligramos al día en Canadá.
“Este es un hallazgo que muestra la importancia el uso del cannabis no genérico, que cada cepa debe evaluarse a fondo por sus propiedades medicinales y, por ello, en este momento lo más urgente para nosotros es encontrar asociaciones y desarrollar más ensayos clínicos sobre esta investigación”, dice Igor Kovalchuk en el informe.
De acuerdo con el científico, con estos resultados se abre la puerta para el desarrollo de formulaciones médicas para inhaladores, enjuagues bucales y productos para hacer gárgaras que puedan usarse para prevenir y tratar el COVID-19.
Cabe destacar que esta investigación no ha sido evaluada por otros científicos, mientras que Igor y Olga Kovalchuk declararon que no está comprobado que fumar cannabis tenga resultados similares a los que obtuvieron, considerando que las cepas de estudio fueron creadas en su laboratorio.
“El estudio debe tomarse con mucho cuidado y no pensamos que haya sustento para empezar a usar la marihuana como tratamiento en este momento”, dijo Elmer Huerta, especialista en oncología y salud pública, durante un podcast producido por la cadena estadounidense CNN.
Los autores del estudio explican que, además de las medidas de apoyo, no existe una cura definitiva para el SDRA, por lo que es urgente investigar diversas modalidades terapéuticas, creativas y eficaces para tratar esta afección, entre las que consideran al cannabidiol, dadas sus propiedades desinflamatorias.
El uso medicinal de la cannabis
El cannabidiol es uno de los dos componentes más importantes de la planta de marihuana al que se le atribuyen las propiedades terapéuticas en tratamientos antiinflamatorios, analgésicos, anticonvulsivantes, ansiolíticos, y antitumorales, entre otros.
Desde su regulación para uso médico, las propiedades del cannabidiol le han permitido su uso en el tratamiento de la epilepsia, enfermedades neurodegenerativas y algunas inflamatorias crónicas, entre ellas la enfermedad de Crohn.
Respecto a su aplicación para tratar el COVID-19, las investigaciones aún se encuentran en fase experimental, aunque el desarrollo de tratamientos podría acelerarse, sobre todo en los países que permiten su uso con fines medicinales, en donde este mercado ha tenido crecimientos destacados.
“La difusión de información sobre los beneficios potenciales de los cannabinoides en algunas enfermedades han determinado que progresivamente la población se vuelque en la búsqueda de estos tratamientos”, declara Raquel Peyraube, doctora en Medicina y especialista en Uso Problemático de Drogas, de la fundación española CANNA.
La realidad es que la industria está floreciendo. El tamaño del mercado legal mundial de marihuana tendrá un valor de 73 mil 600 millones de dólares para 2027 y su crecimiento será de 18.1 por ciento por año, dado que se espera que más países se sumen a su legalización, de acuerdo con estimaciones de Grand View Research.
La consultora estadounidense añade que el segmento médico tuvo una participación de 71 por ciento en la industria durante 2019, debido a la creciente adopción del cannabis como producto farmacéutico para el tratamiento de cáncer, artritis, Parkinson y Alzheimer.
Los países que han visto un mayor crecimiento son Estados Unidos y Canadá, en donde las regulaciones para el uso médico del cannabis tienen un mayor nivel de madurez. En la región norteamericana, este segmento de la industria alcanzará un valor de 37 mil 900 millones de dólares en 2025, cifra que representará el 36.5 por ciento del total mundial.
Por ahora, no existe evidencia científica comprobada de que las aplicaciones medicinales del cannabis para tratar el COVID-19, aunque estas podrían desarrollarse a la par que los avances de medicina tradicional que, por ahora, se encuentran en la búsqueda de una vacuna para detener los contagios de esta enfermedad, que superan los 19 millones en el mundo.