El español que conducía el automóvil accidentado en el que viajaba el disidente Oswaldo Payá fue acusado de homicidio. Paralelamente, las autoridades revelaron detalles de acciones organizadas desde el exterior en contra de la revolución.
Un editorial del periódico oficial Granma reportó ayer la conclusión de la investigación del deceso de Payá ocurrido el domingo 22 de julio cuando el vehículo en el que viajaba se salió de la carretera y chocó contra un árbol.
Además de Payá, fundador del Movimiento Cristiano de Liberación e impulsor del Proyecto Varela, que entregó 25 mil firmas en la década pasada para exigir un referendo sobre el pluripartidismo, también falleció el disidente cubano Harold Cepero. Ambos iban en el asiento de atrás sin los cinturones de seguridad colocados.
Iban con ellos Jens Aron Modig, miembro del derechista Partido Demócrata Cristiano Sueco, que viajaba de copiloto; y Carromero, dirigente de Nuevas Generaciones, una organización del Partido Popular, al volante. Estos últimos resultaron heridos leves.
Según el Código Penal de la isla, tras ser instruido de los cargos por la fiscalía, Carromero se enfrentra a entre uno y 10 años de cárcel.
Medios de prensa extranjeros y redes sociales especulaban con la posibilidad de que se tratara de un accidente provocado e incluso con la presencia de un carro que los embistió, pero Carromero y Modig desmintieron esos rumores y reconocieron que su tarea era ponerse en contacto con Payá, entregarle unos 4 mil euros y ayudarlo en la organización de un ala juvenil de disidentes.
“Entraron a nuestro territorio el 19 de julio, con visas de turista y, disimuladamente, en violación de su estatus migratorio, se involucraron en actividades netamente políticas contra el orden constitucional”, expresó el editorial. Modig ya fue autorizado a salir de Cuba.
El artículo narró la forma en que Carromero y Modig se contactaron por orden de sus partidos para viajar a Cuba y las instrucciones que recibieron. El sueco relató casi los mismos hechos a periodistas extranjeros el lunes.
En varias ocasiones tanto el rotativo como los líderes Fidel y Raúl Castro insistieron en diversas acciones realizadas desde el exterior por grupos de interés de Estados Unidos o de Europa en contra de la revolución.
Como ejemplo, el editorial relató un incidente desconocido y que involucra a organizaciones mexicanas.
“Durante el pasado mes de marzo, días antes de la visita del Papa Benedicto XVI, 8 jóvenes mexicanos viajaron como turistas a territorio cubano con el objetivo de incitar al pueblo a protestar en las calles y a tomar iglesias, distribuir volantes y crear desórdenes en las actividades del Sumo Pontífice”, denunció Granma.
Según Granma, 4 de estas personas fueron detenidas y reconocieron “haber sido pagados, entrenados e instruidos por Orlando Gutiérrez Boronat, del Directorio Democrático Cubano, de Miami, para llevar a cabo esa operación de abastecimiento y propaganda”.
Los jóvenes, expresó el rotativo, señalaron al ex senador suplente del PAN René Bolio Hollarán como el “jefe del operativo en México”. (Fuente AP)