Florence Cassez por fin pudo encontrarse con su “abogado del diablo”.
La ciudadana francesa, liberada el miércoles pasado tras un fallo a su favor de la Suprema Corte de Justicia de México, se encontró este lunes con el expresidente galo Nicolás Sarkozy y su esposa Carla Bruni.
Sarkozy pugnó fuertemente durante su mandato para que el gobierno mexicano de Felipe Calderón revisara el caso de Cassez.
Un episodio muy recordado es la decisión del anterior jefe de Estado de Francia de dedicarle el Año de México de 2011 a la expareja del líder de la banda de secuestradores “Los Zodiaco”.
Ante tal anuncio, autoridades mexicanas reaccionaron y vetaron los festejos, fracturando las relaciones diplomáticas entre ambos países.
Después de salir del encuentro, celebrado en el despacho particular de Nicolás Sarkozy, Cassez pidió a los medios que le permitieran “volver a su vida”.
Confesó que esperó “muchos años” para abrazarlo y recordó que desde la cárcel se mantuvieron en contacto constante.
“Le agradecí todo su apoyo, todo lo que hizo por mí. Fue un gran momento amistoso”, declaró acompañada de su madre Charlotte.
La reunión entre ambos sucede después de la gran cobertura que los medios franceses realizaron sobre el caso.
Hicieron especial énfasis en las irregularidades del proceso en el que condenaron a Cassez inicialmente a 96 años de prisión, sentencia que después se redujo a 60, gracias a una apelación de la defensa.
Este no fue el primer encuentro que la ciudadana francesa tuvo con grandes personalidades de la política de su país.
Su liberación fue celebrada públicamente por la primera dama Valérie Trierweiler, quien escribió a través de su cuenta de Twitter palabras de apoyo y júbilo.
Además, el viernes pasado fue recibida por el actual presidente François Hollande, en el Palacio del Elíseo.