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¿Pueden tres mujeres permanecer secuestradas por más de 10 años en un barrio de Cleveland, en las narices de las autoridades, sin que nadie haya podido hacer nada hasta hace unos días?
Sí, si vemos el caso de las jóvenes que fueron privadas de la libertad en diferentes fechas hace más de una década, todas en la misma zona de Ohio.
El calvario terminó el pasado lunes para Amanda Berry, Georgina “Gina” DeJesus y Michelle Knight luego de que la policía y varios vecinos intervinieran en su rescate.
De acuerdo a reportes oficiales, la policía recibió un par de llamadas en las que alertaban del secuestro en el domicilio 2207 de la calle Seymour.
“Soy Amanda Berry, he estado en las noticias los últimos 10 años”, dijo la joven al 911.
Gritos de auxilio alertaron previamente a varios habitantes de las casas aledañas, quienes acudieron a ayudar a salir a Amanda Berry, quien se asomaba por una puerta entreabierta, pero asegurada con una cadena.
Al no poder liberar la entrada, Angel Cordero y Charles Ramsey, vecinos popularizados por la viral noticia, patearon la puerta y ayudaron a salir a Berry y a una niña de 6 años, presuntamente su hija y posteriormente el resto de las cautivas.
Tres hombres de origen latinoamericano fueron arrestados después del incidente.
Ariel Castro, antiguo chofer de autobuses escolares de 52 años y principal implicado en el caso, junto con sus hermanos Pedro de 54 y Oriel de 50.
Más preguntas que respuestas
El caso resulta una enorme interrogante, tanto para las autoridades que lo investigan como para los medios que han cubierto la nota.
Además de la extrañeza que levanta el hecho de que durante más de 10 años no haya existido rastro del secuestro de las mujeres, existen otros detalles que resultan de igual forma confusos.
Amanda Berry desapareció de el 21 de abril de 2003. Salió del restaurante de comida rápida donde trabajaba para dirigirse a su domicilio, a tres cuadras de ahí.
A un día de cumplir 17 años, llamó a su hermana para avisar que había conseguido que alguien la llevara a su casa. Fue lo último que se supo de ella hasta el pasado lunes 6 de mayo.
Permaneció en las sombras hasta su reaparición gritando: “¡Ayúdenme, he estado secuestrada por 10 años!”.
Y aún más insólito es que vivió todo este tiempo presuntamente encerrada a unas cuadras de su casa, localizada en la calle 111 West.
Hace un año, el 19 de julio de 2012, autoridades decidieron buscar su cuerpo luego de que un antiguo amigo de Barry, Robert Walford, preso por asesinato involuntario, reveló detalles del supuesto paradero de sus restos.
“Basados en la información que tenemos, son bastante creíbles los datos. Creo que hay una buena probabilidad de que encontremos algo”, dijo Bill Mason, fiscal del condado de Cuyahoga a la cadena ABC en esa fecha.
No obstante, los investigadores buscaron de manera infructífera el cadáver inexistente de Berry en la calle 30 West cruz con Wade, irónicamente a unos metros de la residencia de los secuestradores.
Su caso apareció en un segmento del programa “America’s Most Wanted”, además de que su madre, Louwanna Miller, fue entrevistada en “The Montel Williams Show”, en 2004, en el que una vidente le aseguró que su hija ya estaba muerta.
Miller murió en 2006, a causa de una falla cardiaca. Al respecto, su hermana Theresa, dijo el año pasado: “Sé que mi hermana falleció con la incertidumbre y eso la devoró cada día de su vida porque Mandy era lo único que tenía”.
“Y esa es la razón por la que ya no está más con nosotros”, agregó.
La imagen de la joven, entonces de 16 años, junto con sus señas particulares, fue publicada en el sitio web de la Oficina Federal de Investigación (FBI, por sus siglas en inglés).
La otra joven rescatada, Georgina DeJesus, corrió prácticamente con la misma suerte que Berry pues desapareció casi un año después, el 2 de abril de 2004.
DeJesus salió de la Escuela Secundaria Wilbur Wright luego de terminar sus clases.
Tomó la calle Parkhurst Drive y se incorporó a 105 West rumbo a Lorain, la misma donde se extravió la otra chica.
Una vez reportado el caso, las investigaciones indicaron que el último rastro que dejó la adolescente de entonces 14 años fue hasta la calle 104, a unas cuadras del Burger King donde laboraba Amanda Barry.
Durante todo el periodo que duró la investigación, fue inevitable unir ambos casos, por la cercanía geográfica y las fechas en las que ocurrieron los eventos.
La organización Charley Project ha recabado información de casos sin resolver de desaparecidos en EU, entre ellos, el de las desaparecidas.
En el expediente de Gina DeJesus se indica la conexión con el caso de la violación de una adolescente, secuestrada mientras esperaba el autobús en la calle 40 West y la avenida Denison, muy cerca del domicilio de Ariel Castro.
De acuerdo a Charley Project, dicha jovencita fue violada el 22 de marzo de 2004 y posteriormente puesta en libertad, unos días antes de la desaparición de DeJesus.
La tercera víctima y de mayor edad Michelle Knight, se sabe que desapareció en 2002 cuando tenía 20 años. Actualmente tiene 32 y hay muy poca información disponible de su caso.
Las cuatro mujeres rescatadas fueron valoradas por doctores de un centro hospitalario de la localidad y las encontraron en buen estado de salud.
En cuanto a sus captores, Ariel Castro tuvo varios contactos con la policía antes del fatídico encuentro con las autoridades del pasado lunes.
En 2000, él mismo reportó una pelea en la calle y un par de años después, en 2004, fue interrogado por la policía después de que abandonara “inadvertidamente” en el autobús escolar que conducía. Nunca se le investigó.
Su domicilio tenía bolsas de plástico en lugar de cristales en las ventanas, además de que lucía descuidado.
Uno de sus vecinos, Charles Ramsey, entrevistado por diversos medios locales y por AP, dijo que llegó a comer con uno de los hermanos Castro, sin pensar el terror que estaría ocurriendo dentro de su hogar.