Los teléfonos celulares se han convertido en herramientas que favorecen la equidad de género, pues producen un “efecto liberador” y de “empoderamiento” sobre las mujeres que enfrentan condiciones de marginación social, de acuerdo con un estudio en el que participaron la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Según el informe titulado “Desigualdad Digital de Género en América Latina y el Caribe”, aunque los teléfonos son más utilizados por los hombres, son especialmente valiosos para las mujeres, ya que pueden servir como liberadores al reducir los miedos y la sensación de aislamiento.
“Es probable que el efecto liberador de los teléfonos móviles sea mayor en contextos de bajos ingresos donde las mujeres tienden a enfrentar grandes obstáculos en su vida diaria y tienen menos oportunidades para expresar sus preocupaciones, puntos de vista, ideas o planes, y para formar redes para, por ejemplo, encontrar trabajo o iniciar negocios”.
Además, se establece que los teléfonos celulares al permitir acceder a una infinidad de servicios de manera remota y de muy diversa índole, pueden redundar en una mayor autonomía económica para las mujeres, e incluso en un mejor cuidado de su salud, por mencionar algunos de los efectos positivos que el informe atribuye a esos dispositivos.
“Los teléfonos móviles pueden empoderar a las mujeres brindándoles un mejor acceso a los servicios sociales y económicos (…) También pueden impulsar el acceso a la información sobre su salud y bienestar y su capacidad para tomar decisiones independientes.
“Además, las características exclusivas de los teléfonos móviles, como la portabilidad, la mensajería de texto y la descarga de datos, también pueden permitir que las mujeres participen más fácilmente en la fuerza laboral, pues les brinda un mejor y más fácil acceso a los servicios financieros”, se detalla.
La independencia económica de las mujeres también puede verse favorecida con estos usos del teléfono celular al permitirles que, por ejemplo, accedan directamente a las remesas, mejorando su capacidad de acción y apoyando su voluntad de trabajar fuera de su hogar.
De igual manera, al otorgar acceso a financiamiento, incluso en áreas remotas y rurales, los teléfonos móviles podrían promover la igualdad de oportunidades, especialmente para las personas más desfavorecidas.
Una característica favorable de los teléfonos celulares, y que los diferencia de las computadoras, es que no requieren de un proceso de aprendizaje sofisticado para su utilización de habilidades digitales complejas y “de las cuales muchas mujeres a menudo carecen en los países de bajos ingresos”.
Celulares en la mujer rural
El informe elaborado por las instancias internacionales del Banco Interamericano de Desarrollo, el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) de Naciones Unidas, y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), destaca puntualmente los beneficios que pueden obtener las mujeres en zonas rurales con los teléfonos celulares.
Según el documento, el acceso a un teléfono celular y a una conexión de Internet resultan especialmente importantes para favorecer la participación activa de las mujeres en los distintos aspectos de la vida rural, ya que está ampliamente demostrado que los celulares pueden ser un medio para combatir la inequidad de la que las mujeres son víctimas, pues contribuyen a la participación en espacios de toma de decisión, a los esfuerzos organizacionales, a la ampliación de saberes y a la inclusión en procesos económicos y sociales colectivos.
Sin embargo, en países como México el acceso a Internet es mucho más reducido en las áreas rurales que en las urbanas, según la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) 2020, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
“En México, en 2020 se estimó que 78.3 por ciento de la población ubicada en áreas urbanas es usuaria de Internet, mientras que en el área rural la proporción es de 50.4 por ciento”, se concretó.
La Encuesta Nacional citada señala que la “Proporción de usuarios de Tecnologías de la Información y la Comunicación”, tratándose del celular y en específico de las mujeres, es de apenas el 51.3 por ciento.
Además, la brecha entre el norte y el sur del país también se hace presente, pues mientras que en las entidades que se observó un mayor número de usuarios con respecto a su población total fueron Sonora, con 87 por ciento; Baja California Sur, con 85.9; Baja California, con 84.9; y Nuevo León, con 84.4 por ciento, los estados que registraron los valores más bajos fueron Chiapas, con 55.7 por ciento; Oaxaca, 62.6; y Guerrero con un 65.7.