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La idea de Hugo Chávez era concreta. Buscar un candidato que le cuidara la silla en Miraflores mientras él se recuperaba del cáncer, y Nicolás Maduro era el más fiel de sus seguidores.
Pero la vida no le dio al comandante todos los años de vida que esperaba, y ahora Venezuela vive una telenovela protagonizada por Maduro y actuada por el resto del Gobierno.
En las últimas semanas, la prensa internacional ha dado amplia cobertura a las extravagancias del actual presidente venezolano.
La lista es larga. Navidad en noviembre, apariciones del difunto expresidente en un túnel en construcción del metro de Caracas, un Viceministerio dedicado a la felicidad y la Trilogía del Mal, compuesta por los líderes opositores María Corina Machado, Henrique Capriles y Leopoldo López.
Y a pesar de que Nicolás Maduro es el autor de los episodios, el liderazgo del Gobierno venezolano no recae en una sola persona.
“El Gobierno es un triunvirato donde están Maduro, Diosdado Cabello (presidente de la Asamblea) y Rafael Ramírez (ministro de Energía y Petróleo). Otros incluso agregan al canciller Elías Jaua.
“El punto es que se convirtió en un gobierno cooperativo porque la figura de Maduro es muy débil”, aseguró Pedro Emilio García Otero, periodista de El Universal de Venezuela, en una entrevista exclusiva que concedió a Reporte Indigo el 6 de noviembre.
“Esto es, porque desaparecido Chávez, su liderazgo mesiánico también lo hizo, y eso crea un gran vacío en la mitad del país” agregó.
¿Quién manda?
Venezuela está dividida en dos partes casi iguales, separadas por la política. En su tiempo, Chávez se burlaba de la oposición por no tener un líder, pero ahora sucede lo contrario.
El chavismo no tiene un sucesor porque “Chávez era un líder que castraba los liderazgos emergentes por una razón muy sencilla: él pensaba que iba a vivir 100 años”, afirmó García Otero.
“Si el mejor líder era Maduro, entonces, ¿qué quedará para los demás?”.
Ahora no les queda otra que apoyar las ocurrencias del presidente. La salida del poder no es una opción.
“El Gobierno como eje administrativo y político central no tiene de otra. En ese aspecto, ellos están obligados a cerrar filas con él, y si existiera algún tipo de diferencia, eso pasa a un segundo o tercer plano”, aseveró Diego Contreras, publicista y director general de Play Comunicación Creativa.
Pero ahí está ese hombre que “no tiene carisma, no tiene don de mando, no tiene ascendencia sobre los grupos militares, y eso es algo que se nota. Es el muchacho grandote al que le tocó heredar un gran problema y no ha sabido lidiar con él”, agregó.
Pero los gobernantes no se rinden. “Si tú ves el canal 8 (propiedad del Estado), en estos momentos hay una operación para convertir a Maduro en el nuevo Chávez. De hecho, la imagen es muy manipuladora”, dijo García Otero.
Y cada vez que el mandatario tiene la oportunidad de hablar, siempre lo hace con “Chávez en la boca”.
“En la locución del 5 de noviembre sobre el tema económico habló por cuatro horas, de las cuales tres, fue de su comandante”, añadió el periodista de El Universal.
“Para los latinoamericanos es muy familiar esta forma de hacer propaganda, porque tanto Chávez como Maduro han inspirado la propaganda chavista en la estética de la telenovela”.
Un drama que muy fácilmente se convierte en comedia. Una en la que se vive un día a la vez porque existe la necesidad de demostrar normalidad.
Y la manera más sencilla de hacerlo es echarle la culpa a los demás.
“Cuando tú ves que la trilogía del mal te quita la luz, te quita la comida, tú dices pero bueno, ¿cómo es esto?
“Yo amanecí sin luz el viernes pasado aquí en mi casa, y tuve que culpar de ello a María Corina Machado, que es una señora a la que yo no me imagino ni siquiera cambiando un bombillo (foco)”, contó García Otero.
Una cortina de humo
Lo que realmente importa es lo que sucede mientras el presidente Nicolás Maduro llena la agenda de los medios.
“La producción petrolera se está encogiendo, se multiplicó por 10 la deuda, la gente se pelea por un paquete de papel de baño, puedes pasar 18 horas sin luz y pueden viajar 31 maletas con mil 300 kilos de cocaína en un vuelo comercial de AirFrance un día cualquiera”, comentó el periodista.
La economía es el gran problema del país, por eso el Gobierno tiene que inventar temas que mantengan distraída a la gente.
Los mercados están tan alborotados, tan descoyuntados, que Maduro ha tenido que dar una señal de que todo está bajo control hasta enero, y lo ha dicho varias veces: “Yo tengo dinero para este año”.
“Este es un país de locura”, aseguró García Otero.
El fin está cerca
Nada es eterno, y la muerte de Hugo Chávez es la prueba de ello. Pero los funcionarios chavistas jamás se han planteado la posibilidad de abandonar el poder, porque eso significaría enfrentar consecuencias penales, significaría perder la libertad y, en algunos casos, algo más.
Sin embargo, se está cumpliendo un ciclo histórico. “El chavismo está llegando a donde puede llegar, ya no da más económicamente, no da más políticamente y ya está empezando a no dar más socialmente. Yo antes pensaba que esto reventaba antes de diciembre. Ahora pienso que explota el año que viene con mucha conflictividad social, con mucha escasez y mucha inflación”, manifestó Pedro Emilio García Otero.
“Muchos aspectos del chavismo murieron con Chávez. Nuestros países son de muy corta memoria, y si bien hay un arraigo de carácter popular de lo que fue el liderazgo de Chávez, hoy en día proyectarlo hacia otras gestiones va a ser muy difícil.
“Pudiera estar muy presente en la memoria, pero el chavismo como movimiento, como expresión política, como ideología, como capital político, muy probablemente murió con él.
“En otros países y en otros contextos, como en Argentina con la muerte de Juan Domingo Perón, quedó un estamento político-partidista que podemos llamar el peronismo. Sin embargo, yo creo que las condiciones sociales y culturales entre Argentina y Venezuela son muy distintas”, dijo el director general de Play Comunicación Creativa.
Y esto sucede porque en la mente de la sociedad venezolana está la idea del cambio.
“Hay muchos ruidos. Así como está la esperanza de un cambio, está la percepción de que Maduro es incapaz de gobernar este país. Y si se juntan esas dos cosas, todo puede suceder”, agregó Diego Contreras.
Pase lo que pase, el socialismo de Chávez llegará a su fin. Los gobernantes están haciendo malabares con los problemas del país, pero para la mayoría de los ciudadanos, la situación de desastre es muy obvia. ¿Será que el chavismo realmente se fue con el comandante?
Todos a bordo del desastre
Para entender la ausencia de liderazgo tras la muerte de Chávez, el periodista venezolano Pedro García Otero compara las carabelas de Cristóbal Colón con los inicios del chavismo.
“Chávez era un hombre sin partido en 1998, y lo que se vino a llamar chavismo fue un movimiento de gente que se fue pegando. Cuando tú creas una corriente de esa manera, no puedes esperar tener un equipo muy brillante. Fue como las carabelas de Colón, lo peor fue que se lanzó a esa aventura”.