Chipre tiene cuatro días para acordar un nuevo plan recaudador de fondos que evite su bancarrota, tras advertir ayer el Banco Central Europeo que no ayudará al sistema bancario del país si para comienzos de la próxima semana no hay acuerdo sobre el plan de rescate.
Ante el ultimátum, el gobierno chipriota intenta encontrar por todos los medios un nuevo plan que agrade al parlamento y a los potenciales acreedores internacionales.
Dirigentes partidarios se reunieron con el presidente para analizar una serie de medidas para recaudar los 7 mil 500 millones de dólares impuestos como condición por la eurozona y el FMI para poder acceder a préstamos de rescate por 12 mil 900 millones de dólares.
Ayer se acordó la creación de un “fondo solidario de inversión” que solicitaría donaciones pero los detalles legales y técnicos están siendo elaborados para ser sometidos de nuevo al gabinete.
El llamado “Plan B” es analizado con premura tras ser rechazada la propuesta anterior que habría confiscado hasta el 10 por ciento de los depósitos de ahorro bancarios para rescatar al país. “Para el lunes tendremos un programa de ayuda a Chipre”, dijo el gobernador del banco central, Panicos Demetríades. (AP)