Miles de manifestantes se reunieron ayer en el centro de París y formaron una cadena humana a lo largo de la ruta de la protesta planeada y que fue prohibida por el gobierno de Francia y un operativo de seguridad tras los ataques en la ciudad en los que fallecieron 130 personas.
El jefe de policía de la ciudad dijo que unas 100 personas fueron detenidas luego de que se volviera una manifestación en la Plaza de la República en la que se urge a alcanzar un acuerdo climático mundial. Michel Cadot dijo a la prensa que la policía identificó entre 200 y 300 personas que violaron la prohibición a las manifestaciones bajo el estado de emergencia que vive el país. Cadot dijo que se detuvo a unas 100 personas que portaban proyectiles u objetos sospechosos.
Arrojaron de todo
Cadot dijo que los manifestantes, algunos de ellos enmascarados, arrojaron botellas de vidrió e incluso velas en honor a las víctimas de los ataques del 13 de noviembre, en contra de las fuerzas de seguridad.
La policía respondió con varias rondas de gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes.
Asimismo, se registraron protestas similares –aunque no violentas– en la Ciudad de México, Berlín, Londres, Bogotá y Santiago. En España, tanto Friends of the Earth como Greenpeace informaron que hubo unos 20 mil 000 manifestantes que marcharon de la Cibeles a la Puerta del Sol en Madrid y miles más también tomaron las calles de Barcelona, Bilbao, Las Palmas, Murcia, Pamplona, Sevilla, Valladolid y Zaragoza.
