La madrugada del sábado, cientos de personas se congregaron en distintos puntos de Madrid, España para celebrar la primera noche sin estado de alarma y sin toque de queda en la región.
Tras seis meses con esta medida para combatir los contagios de COVID-19 se levantaron los toques de queda en muchas regiones del país.
Tan solo en Madrid, la policía tuvo que desalojar a la gente que festejaba en la plaza de la Puerta del Sol, donde la gente bailaba sin mascarilla y cantando al unísono.
Adolescentes y adultos jóvenes llenaron también las plazas céntricas y playas de Barcelona con la relajación de las restricciones.
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Querido personal sanitario que te dejas la vida para librarnos del #COVIDー19:
¿Cómo imaginar que, al final, mucho #aplauso de las 8 se lo daban al PP de Ayuso l@s #irresponsables de Puerta del Sol, Malasaña, Bº Salamanca… que gritan #LaCalleEsNuestra?
Perdón por este insulto. pic.twitter.com/yBdbaGtij7— MANUEL F. TORRES? (@MANUELFTORRES1) May 9, 2021
Al respecto, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, calificó las congregaciones como “lamentables” y señaló que “libertad no es infringir las normas”.
“Las imágenes de ayer son lamentables. Los botellones no están permitidos en la ciudad de Madrid. Muestro condena absoluta ante las imágenes de ayer. Pese al despliegue policial se han seguido produciendo estas imágenes”, lanzó Almeida en declaraciones a medios.
Con el final del estado de alarma se levantaron también los vetos a desplazamientos entre regiones de España y se relajaron muchos límites a las reuniones sociales. Sólo cuatro de las 19 regiones y ciudades autónomas del país mantuvieron los toques de queda.
Mientras que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, dijo que las normas vigentes deberían bastar para responder a los brotes en el país conforme aumenta el ritmo de las vacunaciones.
La tasa de contagios por cada 100.000 personas durante 14 días cayó el viernes en España a 198 casos nuevos, aunque las regiones de Madrid, en el centro, y País Vasco, en el norte, tiene más del doble de esa cifra.
La ocupación hospitalaria sigue siendo alta, con más de una de cada 5 camas de cuidados intensivos ocupadas por pacientes de COVID-19.