A veces, el humor es la mejor forma de contraatacar.
Cada año, por unas horas, los residentes del pueblo alemán de Wunsiedel tienen que aguantar la presencia de miles de neonazis.
Desde los 90, miles de manifestantes neonazis han invadido Wundisedel para celebrar el Día de Conmemoración de los Héroes Nacionales.
Desde entonces, los habitantes del pueblo han intentado, por medio de contramanifestaciones y otro tipo de acciones, detener la marcha; pero no han tenido éxito.
Este año, la comunidad intentó una estrategia completamente diferente. En vez de tomarse a los neonazis en serio, decidieron burlarse de ellos. Con el eslogan “el derecho contra la derecha”, los residentes le adjudicaron un nuevo propósito a la marcha.
Por cada metro que los fanáticos caminaron este sábado, compañías locales donaron 10 euros a un proyecto llamado Exit, una ONG que apoya a neonazis que desean salirse del movimiento, reportó ayer el sitio YNetNews.
Para que se dieran cuenta de la situación, la gente del pueblo colgó a lo largo de la ruta coloridas pancartas que agradecían a los neonazis por su participación.
“Si el Führer supiera”, decía uno de los estandartes; la mayoría de ellos juegos de palabras alusivos a eslóganes que utilizaba el régimen de Hitler.
Al final, la ONG recolectó un total de 10 mil euros.
