¿Cómo será el 2030?
En el número de mayo de la publicación mensual Le Monde Diplomatique en castellano, el periodista español y director de la redacción de la revista, Ignacio Ramonet, publicó un artículo titulado “El mundo en 2030”.
El contenido de la nota se basa en un informe que, desde su publicación, se convierte en punto de referencia para todas las cancillerías del mundo.
Sandra de Miguel SanzEn el número de mayo de la publicación mensual Le Monde Diplomatique en castellano, el periodista español y director de la redacción de la revista, Ignacio Ramonet, publicó un artículo titulado “El mundo en 2030”.
El contenido de la nota se basa en un informe que, desde su publicación, se convierte en punto de referencia para todas las cancillerías del mundo.
Esto porque lo elabora el National Intelligence Council (NIC), una oficina de análisis y de anticipación geopolítica y económica de la Central Intelligence Agency (CIA, por sus siglas en inglés), y resulta de la puesta en común de estudios elaborados por expertos independientes de universidades de muchos otros países de Europa, África, América Latina y el mundo árabe o el musulmán. Aunque, finalmente, todo es revisado por las agencias de inteligencia de Estados Unidos y, como subraya Ramonet, no deja de constituir, por ello, una visión sesgada y particular del mundo guiada por una cierta cosmovisión y unos determinados intereses.
El informe se elabora cada cuatro años desde 1997 y tiene que estar listo para el inicio del nuevo mandato presidencial. Obama lo recibió el pasado 21 de enero pero no se hizo público hasta unos meses después.
El título del informe en inglés es “Global Trends 2030: Alternative Worlds” y se puede descargar íntegro en Internet, en la página oficial del National Intelligence Council.
Pero, ¿cuáles son principales conclusiones?
1. El declive de Occidente
Por primera vez desde el siglo 15, la dominación occidental del mundo comenzará a ver su fin en detrimento del aumento de poder de las nuevas potencias emergentes.
Así, las dos principales regiones de Occidente, Estados Unidos y Europa, verán disminuir sustancialmente el papel de sus economías, pasando de representar el 56 por ciento del total al 25 por ciento en 2030.
En cuanto a EU, aunque seguirá siendo importante, perderá su hegemonía económica en favor de China, que se erigirá como la nueva potencia mundial, pero también su “hegemonía militar solitaria”.
La crisis en Europa, según las tendencias y las previsiones, durará al menos un decenio, esto es, hasta 2023. Además, no es seguro que la Unión Europea sea capaz de mantener su cohesión.
Los denominados BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) seguirán disputando el terreno al grupo JAFRU (Estados Unidos, Japón, Francia, Alemania y Reino Unido) y, por debajo de ellos, se situarán las potencias intermedias o CINETV (Colombia, Indonesia, Nigeria, Etiopía, Turquía y Vietnam), que se caracterizan por contar con una elevada población y con tasas de crecimiento económico en ascenso. El mundo se tornará multipolar, con nuevos actores que ejercerán su influencia.
2. Posibilidades y riesgos de las colectividades virtuales
En cuanto a las comunidades generadas en Internet, como Facebook o Twitter, que no paran de crecer, el informe señala que tendrán una influencia decisiva y que si bien pueden lograr que ciertas estructuras de poder se difuminen o incluso desafiar a los gobiernos, también facilitarán que las personas estén vigiladas.
Todo ello generará dinámicas que algunos analistas han calificado de “post-políticas” o “post-democráticas” y que podrían llevar a tensiones entre ciudadanos y gobernantes, algo que ya hemos visto con el reciente escándalo de espionaje en EU.
Por la cantidad de información que estaría en manos de corporaciones privadas, la CIA recomienda el Special Collection Service, un servicio de inteligencia ultrasecreto administrado por la National Security Service (NSA) y por el Service Cryptologic Elements (SCE) de las Fuerzas Armadas. Este último permite captación clandestina de información de origen electromagnético.
Sin embargo, tanta posesión de información ya sea en manos de Estados o en manos de empresas privadas, es riesgosa porque aumenta la capacidad de condicionamiento por parte de estos agentes a escala mundial.
Por otro lado, el temor al ciberterrorismo sustituirá al miedo al terrorismo yihadista.
3. Peligros de orden no militar
El informe señala que aunque las amenazas militares no han desaparecido, como muestran países como Corea del Norte o Siria, los principales peligros son, sin embargo, de orden no militar, tales como el cambio climático, los conflictos económicos, el crimen organizado, las guerras electrónicas o el agotamiento de los recursos naturales.
Esta última situación llevará a “conflictos hídricos”; pues en 2030 alrededor del 60 por ciento de la población tendrá problemas de abastecimiento de agua.
En cuanto a la provisión de hidrocarburos, el informe de la CIA es más optimista, ya que se espera que Estados Unidos, que ya es autosuficiente en gas, lo sea también en petróleo.
Sin embargo, eso puede conducir a nuevos problemas, ya que si el principal país importador deja de comprar y los precios se derrumban, ¿qué va a suceder con los países exportadores?
4. Aumento de las ciudades
Otro de los datos significativos que aporta el informe es que para el 2030 el 60 por ciento de la población mundial vivirá en ciudades.
Las clases medias serán las dominantes, pues la cantidad de personas que forman parte de ese estrato social pasarán de ser mil millones de personas a tres mil millones.
Sin embargo, eso supondrá un aumento del consumo de carne a escala planetaria, lo que empeorará la crisis medioambiental, pues la producción de carne implica un derroche de agua, pastos, fertilizantes y energía que la Tierra difícilmente podrá soportar en el largo plazo.
5. Población envejecida
Por último, para 2030, se espera que 8 mil 400 millones de habitantes pueblen el planeta. En el momento de escribir el artículo, la población mundial es de 7 mil 91 millones 595 mil 600.
De acuerdo a la CIA, el crecimiento poblacional disminuirá en todos los continentes menos en África, lo que conducirá al envejecimiento general de la población y, junto al aumento de tecnologías protésicas, aumentará la cantidad de cíborgs.
Aunque el futuro es finalmente incierto y nada está escrito, es importante tomar en cuenta las tendencias a las que apunta la situación actual para detectar aquellos puntos que se considere necesario impulsar y aquellos otros asuntos que haya que frenar.