Contra el terrorismo nuclear

Con la sombra de los atentados terroristas en Bruselas, inició ayer en Washington la Cumbre de Seguridad Nuclear, que convoca a los líderes mundiales para decidir sobre el riesgo que implica la fabricación y posesión de armas nucleares.

Los líderes de todo el mundo discutirán ahí las distintas medidas para mejorar la seguridad nuclear, la prevención del tráfico de armas nucleares, reducir las amenazas a plantas energéticas y ciberseguridad.

Ésta será la cuarta edición de la cumbre bianual, cuya primera cita fue en 2010 en Washington a propuesta de Barack Obama. 

Carlos Salazar Carlos Salazar Publicado el
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Con la sombra de los atentados terroristas en Bruselas, inició ayer en Washington la Cumbre de Seguridad Nuclear, que convoca a los líderes mundiales para decidir sobre el riesgo que implica la fabricación y posesión de armas nucleares.

Los líderes de todo el mundo discutirán ahí las distintas medidas para mejorar la seguridad nuclear, la prevención del tráfico de armas nucleares, reducir las amenazas a plantas energéticas y ciberseguridad.

Ésta será la cuarta edición de la cumbre bianual, cuya primera cita fue en 2010 en Washington a propuesta de Barack Obama. 

Las reuniones se han sostenido además en las ciudades de La Haya y en Praga. Durante las anteriores cumbres los esfuerzos se han centrado en el cierre de acuerdos para eliminar el material nuclear, la confirmación de tratados nucleares, el endurecimiento de las medidas regulatorias y el desarrollo de nuevas tecnologías para mejorar la seguridad.

Y aunque en la cumbre de este año habrá sesiones plenarias, conferencias y diversas reuniones paralelas en torno a los mismos temas, el foco de atención se centrará en la amenaza de la organización terrorista Estado Islámico y de Corea del Norte.

Los atentados de hace unos días en Bruselas, la capital de Bélgica prendieron los focos rojos sobre la posibilidad de que el Estado Islámico estaría apuntando sus esfuerzos a hacerse de su propio arsenal nuclear.

Investigaciones realizadas por la policía belga afirman que dos de los sospechosos de los ataques contaban con horas de grabación de videovigilancia a un científico nuclear en la planta de Mol, al norte de Bélgica, y que tenían como objetivo el material radioactivo para la fabricación de bombas. Por primera vez, en la Cumbre, habrá una sesión enfocada en cómo afrontar la amenaza de un ataque terrorista en una ciudad, además de un simulacro sobre cómo responder al terrorismo nuclear.

Otro de los temas que serán tratados en la Cumbre es cómo evitar que los terroristas se apoderen de material radiactivo. De igual forma se enfatizará la protección de las instalaciones nucleares ante posibles ataques.

La amenaza de una escalada nuclear de las organizaciones terroristas es latente. Uno de los principales temores identificados por expertos apunta a que organizaciones terroristas podrían intentar hacerse con materiales o combustible nuclear o radiactivo.

Un informe de Iniciativa de Amenaza Nuclear advierte que muchas fuentes radiactivas y buena parte del plutonio y uranio disponible a nivel mundial serían vulnerables al robo.

Estado Islámico ha sido la organización terrorista más letal y de mayor crecimiento en los últimos años. Han demostrado una gran capacidad de organización y despliegue que les han permitido, incluso, apoderarse de importantes yacimientos petroleros para su financiación. El temo está fundamentado.

Los ausentes

El gobierno de Vladimir Putin decidió no participar en la cumbre por su postura de rechazo a que Estados Unidos sea quien lidera las iniciativas de desarme nuclear.

A pesar que Rusia ha sido uno de los países que ha tenido mayor éxito en sus proyectos para evitar la proliferación nuclear, según información del Kremlin, ha habido falta de cooperación para la elaboración de la agenda de la cumbre.

Los presidentes de México, Chile y Argentina serán los jefes de estado latinoamericanos participantes en la Cumbre. La presidenta brasileña Dilma Rousseff anunció apenas el pasado miércoles que no asistiría.

La provocación de Kim Jong-un

Según información del Ministerio de Defensa de Corea del Sur, Corea del Norte disparó el día de ayer un nuevo misil de corto alcance horas antes del inicio de la Cumbre de Seguridad Nuclear, lo que supone una nueva provocación del líder norcoreano.

En enero pasado, Corea del Norte llevó a cabo su cuarta prueba nuclear, y en febrero lanzó un cohete espacial, lo que fue considerado se utilizó para encubrir un ensayo de misiles.

Tras estas acciones, el Consejo de Seguridad de la ONU impuso al país fuertes sanciones financieras y comerciales; además, Estados Unidos, Corea y Japón emitieron medidas de castigo adicionales al régimen norcoreano.

Solo dos días después de que se aprobaran las sanciones contra Corea del Norte, Kim Jong-un ordenó a su ejército a que esté listo para usar sus armas nucleares en cualquier momento.

Las amenazas de guerra de Kim Jong-un a Corea del Sur y Estados Unidos se han vuelto algo cotidiano en los últimos meses, y el desafío a la comunidad internacional al seguir realizando ensayos nucleares no ha cesado ni aún con las medidas al país asiático.

Después de varios años de negociaciones con el gobierno iraní, uno de los logros de la Cumbre fue la confirmación de un acuerdo nuclear con Irán, lo que le permitió poner fin a las sanciones que pesaban sobre ese país.

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