Contra los precios surreales

Un litro de jugo de 40 reales (16.6 dólares), un sándwich de 20 reales (8.3 dólares), un helado sencillo de más de 4 dólares y un café expreso de casi 3 dólares. 

Los habitantes de Río de Janeiro ya se cansaron de este tipo de precios, que califican de irreales, absurdos e irracionales.

Por ello, hace un mes crearon el movimiento “Río $urreal: No pague”, una página de Facebook en la que los usuarios publican los establecimientos donde el costo de los productos les parece extorsivo, para prevenir a las demás personas de comprar ahí.

Pedro Pablo Cortés Pedro Pablo Cortés Publicado el
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En el sitio, con más de 185,000 seguidores, los cariocas intentan boicotear a negocios con precios abusivos
Auspiciar el Mundial del 2014 y las Olimpiadas del 2016 influyó en crear un ambiente de especulación económica y precios altos

Un litro de jugo de 40 reales (16.6 dólares), un sándwich de 20 reales (8.3 dólares), un helado sencillo de más de 4 dólares y un café expreso de casi 3 dólares. 

Los habitantes de Río de Janeiro ya se cansaron de este tipo de precios, que califican de irreales, absurdos e irracionales.

Por ello, hace un mes crearon el movimiento “Río $urreal: No pague”, una página de Facebook en la que los usuarios publican los establecimientos donde el costo de los productos les parece extorsivo, para prevenir a las demás personas de comprar ahí.

El sitio tiene ya más de 185 mil seguidores, pero la brasileña Mariana Claudino, una de los creadores, expresa en entrevista con Reporte Indigo que no esperaban tanto éxito.

“Fue un efecto dominó del bien. El diseñador web Toinho Castro escribió en su Facebook, haciendo una broma, que todo en Río estaba tan caro que no estaban cobrando en reales (moneda oficial de Brasil), sino en ‘surreales’”, expone.

“El propósito es alertar a los cariocas si hay algo muy caro. La vida en Río está complicada, pasó los límites y, aunado a eso, la calidad de vida empeora”, añade.

Incluso, ya diseñaron el billete del “surreal”, con la cara del pintor Salvador Dalí. 

Costos ‘antideportivos’

Claudino explica que auspiciar el Mundial del 2014 y las Olimpiadas del 2016 influyó en crear un ambiente de especulación económica en el país que propició precios tan altos y el surgimiento de comerciantes abusivos.

Para protegerse, miles de brasileños visitan a diario el perfil de “Río $urreal”, donde intercambian consejos de finanzas personales y advierten sobre los negocios costosos.

“El servicio de la página no solo es para alertar de los establecimientos caros de Río, sino también de los que ofrecen un precio justo, de los que bajan sus precios o de los que los regulan”, señala la carioca. 

Los restaurantes y supermercados encabezan los negocios más denunciados, mas los usuarios también han advertido sobre estacionamientos que cobran hasta 12 dólares la hora o neverías donde una paleta de hielo cuesta más de 8 dólares.

“Los aumentos de precios son constantes y nuestros salarios continúan bajos”, afirma Claudino, “la calidad de vida cayó mucho aquí. Usar tarjeta de crédito es una constante, muchas veces por necesidad”. 

Rebelión en crecimiento

Mariana Claudino manifiesta que la página ahora está en una segunda etapa, pues el movimiento se está extendiendo a ciudades como Sao Paulo, Brasilia y Porto Alegre.

Incluso, planean nuevos proyectos como el exigir que los restaurantes proporcionen gratis jarras con agua de la llave, pues el costo del agua embotellada en esos establecimientos indigna a muchos brasileños. 

“Nosotros queremos que las personas perciban que no debemos inclinar la cabeza”, indica Claudino, “queremos transformar la relación de las personas con el consumo.

“¿Será que aquello que usted va a comprar vale lo mismo que le están cobrando? Más allá de lo incómodo de los precios caros, la especulación ataca características fundamentales de los cariocas”.

Otros aprovechan

Mientras unos se quejan, otros pretenden aprovechar el Mundial de Futbol para ganar dinero extra.

Tal es el caso de Pedro Forastieri Almedo, quien dice que sus padres viven cerca de uno de los estadios de Sao Paulo y por lo tanto podría rentar su cuarto en 10 mil dólares al mes, según cuenta a Reporte Indigo. 

¿Entonces el Mundial y las Olimpiadas deberían continuar, pese a las protestas?, se le pregunta.

“A este punto, creo que sí”, opina el brasileño, “pero al inicio de todo, no lo hubiera apoyado. La mayoría de las personas consideran que el proyecto debería abortarse, pero es demasiado tarde, ya se gastó mucho del presupuesto gubernamental”.

Turistas en alerta

Mexicanos que han viajado a Brasil comparten con Reporte Indigo su experiencia sobre estafadores de turistas y asaltos, pero también de sorpresas gratas.

“Una vez fuimos a unos mariscos que nos habían recomendado, pero era un tipo mercado de noche, con mesas cualquiera. Pedimos una cosa de mariscos y arroz para tres personas, refrescos, y fueron 3 mil 500 o 4 mil pesos. Estúpidamente caro”.

Nadia Gómez, estudiante. Río de Janeiro.

“El transporte es lo más absurdo, transporte público y taxis. Nunca fui estafado pero cuando me subía a un taxi mis amigos brasileños no me dejaban hablar ¡para que el taxista no notara mi acento!”.

Diego Borrego, internacionalista. Sao Paulo

“Un taxista me quería cobrar 200 pesos por 3 cuadras y me asaltaron dos veces, en Sao Paulo. Pero también hubo ocasiones opuestas, incluso un taxista me dio su teléfono y me dijo que aunque no tuviera dinero le llamara para cualquier cosa”.

Beto Macías, internacionalista. Sao Paulo.

“Es muy interesante que todo lo involucrado con estética es barato, como los salones de belleza, depilaciones y gimnasios. Yo iba a un gym con todo, hasta alberca, y al que iba gente de clase media-alta, y pagaba 350 pesos al mes”.

Valeria Guerra, estudiante. Sao Paulo.

“Todo es estúpidamente caro. En mi caso iba mi mamá conmigo y quise sorprenderla pagando un hotel que supuestamente era de lo mejor, me costó un ojo de la cara. Y nada, que estaba no tan maravilloso e incluso había insectos en el cuarto”.

María Fernanda Loya, estudiante. Sao Paulo.

“Existen muchos mercaditos semanales en todo Sao Paulo y el gobierno tiene una página donde te dicen qué tipo de mercados son, a qué horas se ponen y dónde. Eso se me hizo bastante organizado y cool”.

Alejandra Garza, estudiante. Sao Paulo.

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