La crisis humanitaria por la que atraviesa Siria después de casi siete años continuos de conflictos bélicos es cada vez más grave.
Los enfrentamientos entre el gobierno de Bashar al-Ásad y las fuerzas rebeldes conocidas como la oposición siria y otros grupos como el Estado Islámico ha pasado al siguiente nivel.
Ahora los bombardeos y los enfrentamientos con armas de fuego dejaron de ser la mayor de las preocupaciones ya que cada vez se han registrado más ataques con armas químicas.
De acuerdo con un informe de expertos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), dado a conocer por el New York Times, el gobierno de Corea del Norte, el cual dirige Kim Jong-un, ha estado enviado al gobierno de Siria productos para ayudarlos a crear más armas químicas.
El grupo de expertos de la ONU señalaron en el reporte que el país asiático ha suministrado productos como losas, válvulas y termómetros; todos ellos resistentes al ácido y que pueden ser utilizados en la producción de este tipo de armamento.
A principios del año pasado, según el New York Times, se interceptaron dos barcos cargados con todos estos productos que iban rumbo a Siria.
La ONU explicó que de estar dándose este fenómeno se corre un riesgo en dos sentidos. Por una parte este intercambio comercial el cual se encuentra prohibido por las sanciones implementadas por el Consejo de Seguridad de la ONU en contra de Corea del Norte, podría ayudar a financiar a Kim Jong-un su programa de armas nucleares.
Y en segundo termino ayudaría a perpetuar el ciclo de violencia que se eleva cada vez más en Damasco dañando de manera importante a la ciudadanía que se encuentra en medio del conflicto.
Desde el 2013 el gobierno sirio se había comprometido a destruir todo su arsenal de armas químicas bajo la supervisión internacional, sin embargo, el gobierno de Estados Unidos y diversas organizaciones, entre las que destaca la Fundación e la Sociedad Médica Sirio-Estadounidense, han acusado al primer mandatario Bashar al-Ásad de seguir utilizando este tipo de armamento en el conflicto bélico.
Hace dos días se dieron diversas denuncias de que la región de Ghuta Oriental en Siria había sido bombardeada con gas cloro, una sustancia sofocante color amarillo-verdoso que es más denso que el aire y causa severos daños en las vías respiratorias.
Tras el ataque, el cual aún se desconoce quién lo inició, pues tanto los rebeldes sirios como el gobierno se culpan mutuamente, murieron al menos 14 personas, entre ellos un menor de edad y 18 víctimas más tuvieron que ser atendidas nebulizadores de oxígeno para salvarles la vida.
Al ser cuestionado sobre el informe el portavoz de Naciones Unidas, Stéphane Dujarric, dijo que no podía confirmar las acusaciones y que aún no sabe si el informe completo será revelado al público.