Coreas unidas por las familias

Familias coreanas separadas por la guerra se reúnen después de más de seis décadas sin verse. Estos encuentros forman parte de los nuevos acuerdos de las dos Coreas para lograr la paz en la península
Mariana Recamier Mariana Recamier Publicado el
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Las hermanas Kim Gyong Sil y Gyong Yong, de 72 y 71 años, se quedaron mirando nerviosamente la entrada de un hotel antes de que apareciera su madre de 99 años, Han Shin-ja.

Cuando las tres integrantes de esta familia lograron encontrarse después de seis décadas no hablaron durante minutos. El llanto no les permitió articular palabras.

Las tres mujeres solían vivir en la ciudad de Heungnam, hoy Corea del Norte, cuando estalló el conflicto que las separó en enero de 1951. Han terminó en Corea del Sur y sus hijas en Corea del Norte.

Las hermanas y la madre lograron verse otra vez esta semana porque participaron en una serie de reuniones temporales de familias separadas por la guerra entre las dos Coreas.

Han cruzó la militarizada frontera entre Norte y Sur con un grupo integrado por más de 80 surcoreanos que se dirigieron a un hotel del monte Kumgang, en la costa suroriental norcoreana, donde les aguardaban 180 familiares residentes en el país vecino y a los que no habían visto desde hace décadas.

Estos reencuentros temporales, que se prolongarán durante tres días, permitirán a los familiares reunirse durante un total de once horas y tienen un carácter emotivo debido a la avanzada edad de los participantes y al actual ambiente de acercamiento entre Norte y Sur.

+500
de surcoreanos están inscritos para los encuentros entre el 20 y 26 de agosto de acuerdo con el Ministerio de Unificación de Corea del Sur

La mayoría de los surcoreanos que participan en los encuentros de esta semana tienen entre 70 y 80 años, una anciana de 101 años es la de edad más avanzada, según datos del Ministerio de Unificación, por lo que para muchos supone una de sus últimas oportunidades para ver a sus familiares.

“La familia es algo trascendental dentro de las costumbres de toda la península coreana. Según sus tradiciones, una persona que fallece no puede descansar si la familia está separada”
Cutberto Hernández Legorretainternacionalista experto en Asia

“Son elementos que en la cultura popular coreana permiten limar esa animadversión que se ha generado durante 65 años entre los dos países divididos artificial e ideológicamente”, explica Cutberto Hernández Legorreta, internacionalista experto en Asia.

Las reuniones, las primeras de este tipo desde octubre de 2015, fueron acordadas por el presidente surcoreano Moon Jae-in y el líder norcoreano Kim Jong-un durante su histórica cumbre en abril del presente año.

41
por ciento de solicitantes fallecieron antes de 2012

En este sentido, Jorge Suárez Campero, internacionalista y miembro fundador del Círculo Mexicano de Estudios Coreanos (CMEC), comenta en entrevista con Reporte Índigo que el actual presidente surcoreano hizo posibles las reuniones porque la división de familias atraviesa su biografía.

“Moon Jae-in es hijo de norcoreanos y por eso entiende en carne propia el drama de las familias divididas. Él tiene cierta empatía por el tema y por eso lo establece como uno de los puntos a seguir en la Declaración de Panmunjom”, menciona Suárez Campero.

Los jefes de Estado de las dos Coreas firmaron en abril una declaración conjunta en el marco de su reunión. El documento se titula ‘Declaración de Panmunjom para la Paz, la Prosperidad y la Unificación de la Península Coreana’ y establece los nuevos compromisos que adquieren ambos países en una nueva etapa en la que ambos gobiernos buscan la paz, entre ellos la reunión de familias.

“Es un tiempo en que Moon Jae-in está tratando de demostrar cooperación y busca un camino hacia la paz. No hay paz en Corea, es un armisticio que detiene las acciones militares, pero como tal no hay paz”, agrega el integrante de CMEC.

Historia de las reuniones

Según el artículo 2 de la Ley de Confirmación de Vida o Muerte y Promoción del Intercambio de Familias Intercoreanas Separadas, las familias separadas son los parientes dentro del octavo grado de consanguinidad y parientes por matrimonio en áreas al sur o norte de la Línea de Demarcación Militar, independientemente de las razones y las circunstancias de la separación.

La división de las familias fue provocada por la Guerra de Corea en 1950. Suárez Campero explica que durante este conflicto bélico hubo avances y retrocesos de las tropas de ambos bandos que obligaron a muchos a huir de su lugar de origen, sin embargo, la mayoría de las veces eran alcanzados y agredidos por algún grupo.

“Muchos extremistas tomaban represalias contra la gente porque aparentemente habían colaborado con el enemigo. Para evitar esas revanchas irracionales, los coreanos capturados huían junto con las huestes en retirada, dejando atrás sus lugares de origen y dividiendo varias familias”, comenta el internacionalista.

El integrante de CMEC añade que hubo entre 500 mil y 750 mil personas que fueron separadas de sus familias tras la guerra de Corea.

Ante esta situación, el 12 de agosto de 1971, la Cruz Roja surcoreana propuso a la Cruz Roja de Corea del Norte realizar una campaña que permitiera la reunión de familias separadas. En septiembre del mismo, este organismo internacional organizó el primer encuentro preliminar de surcoreanos y norcoreanos.

Posteriormente, el gobierno de Corea del Sur trató de resolver los problemas de las familias separadas a través de varios canales, incluidas las conversaciones de la Cruz Roja y las reuniones ministeriales.

“Las reuniones han sido una constante en la agenda humanitaria entre las ambas Coreas, sobre todo una prioridad para el gobierno de Corea del Sur a partir de los regímenes progresistas”, explica Suárez Campero.

De 2000 a 2010, hubo un total de 18 reuniones familiares y siete videoencuentros. Como resultado, un total de 21 mil 734 personas vieron de nuevos a sus familiares, de acuerdo al informe ‘Report on Human Rights in North Korea 2014’ de Korean Bar Association.

Sin embargo, las reuniones familiares no tuvieron lugar durante tres años hasta que la número 19 se celebró del 20 al 25 de febrero de 2014. Este acercamiento intercoreano resultó en el encuentro de 705 familias. El último evento de este tipo previo a las rondas del presente año fue en 2015.

2
rondas de encuentros familiares en 2018

“En 2016 y 2017 fueron años de tensiones por el cierre del complejo industrial de Kaesong, las pruebas nucleares y entra Donald Trump al plano internacional, entonces se incrementan las tensiones verbales y eso no permite realizar otros encuentros de familias”, argumenta Suárez Campero.

Muchos mueren sin ver a sus familias

De acuerdo al informe de Korean Bar Association, muchos coreanos separados sus familias han fallecido debido a la vejez desde 2010 y el número total de parientes vivos sigue disminuyendo.

En 2012, de las 128 mil 747 personas que presentaron solicitudes para la reunión de familias, el 41 por ciento de los solicitantes, que son 52 mil 744 personas, ya habían fallecido, según datos de la Cruz Roja.

20
reuniones previas desde 2000

Además, de los 76 mil que todavía están vivos, sólo el 3.3 por ciento se han encontrado con sus familias en Corea del Norte. Por otra parte, entre los solicitantes de encuentros familiares, el 79.3 tienen más de 70 años.

Consecuencias

Suárez Campero agrega que las reuniones son un antecedente para que las dos Coreas puedan superar otros de sus problemas y favorecer la estabilidad en toda la región asiática.

“Estas pequeñas acciones pueden ayudar a generar confianza entre ambos lados para que se logre la firma de la paz, la desnuclearización y que no sólo favorezca la estabilidad y reconciliación entre las dos Coreas, sino en toda la región del este de Asia”, señala el integrante de CMEC.

Además, las reuniones de familias que se realizan esta semana ayudan a que en la actualidad otros países y generaciones puedan conocer las consecuencias de la guerra en Corea. A partir de esto, otras naciones pueden impulsar el diálogo entre los dos países.

“Puede ser un incentivo para que en otras latitudes se den cuenta de las urgencias humanitarias que hay en Corea del Norte y Corea del Sur y que se impulse o se exija el diálogo intercoreano”, dijo el especialista en relaciones internacionales.

Por otra parte, Suárez Campero opina que el beneficio más importantes es para Corea del Norte porque se puede mostrar ante el mundo como un país interesado en que se respeten los derechos humanos de las familias.

“El beneficio más importante en cuanto imagen es para Corea del Norte porque la ayuda a suavizar críticas en el ámbito humanitario”, dijo Suárez Campero.

Las dos Coreas organizaron 20 rondas de encuentros cara a cara entre familiares separados en los últimos 18 años. Este fin de semana se realizará otro paquete de reuniones.

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