Coronavirus, otra angustia para Haití

La falta de servicios sanitarios, agua, altos índices de pobreza y corrupción son factores que influirán de manera negativa en el país caribeño ante los contagios de coronavirus.
Viviana Bran Viviana Bran Publicado el
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Era cuestión de tiempo para que Haití, el país más pobre de América Latina, de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), confirmara los primeros contagios por coronavirus (Covid-19).

El país caribeño suma siete casos de personas infectadas por el brote que ha dejado 19 mil 625 muertes a nivel mundial, reporta el Centro de Ciencia e Ingeniería de Sistemas (CSSE) de la Universidad Johns Hopkins (JHU).

En un intento por frenar el número de infectados, Jovenel Moïse, presidente de Haití, declaró estado de emergencia en la nación el 19 de marzo, medida que acompañó con el cierre de fronteras, puertos, aeropuertos, escuelas y lugares con alta concentración de personas.

Haití aún resiente los estragos que causó el terremoto de 7 grados de enero de 2010

Con la declaratoria, el presidente aseguró que está comprometido con la transparencia en la gestión de la pandemia y adelantó que su gobierno analiza la posibilidad de otorgar ayuda económica a los trabajadores que resulten afectados.

Para reafirmar lo anterior, Joseph Jouthe, primer ministro haitiano, publicó en su cuenta de Twitter que el gobierno considera la posibilidad de pagar una indemnización equivalente a la mitad de su salario a los trabajadores que sufran el impacto de la crisis sanitaria, e instó a la población a quedarse en sus hogares.

Sin embargo, dichas medidas podrían ser insuficientes al considerar que gran parte de los ciudadanos del país caribeño viven en pobreza extrema, entorno que se complica porque no todos tienen acceso a servicios médicos y sanitarios que les permitan hacer frente a una pandemia, como el coronavirus.

De acuerdo con Marie Greta Roy Clement, titular del ministerio de Salud en Haití, existen 200 camas disponibles en los centros hospitalarios del país, lo que implica la falta de acceso a servicios de emergencia.

Hasta ahora, no hay datos oficiales sobre el número de hospitales que funcionan en territorio haitiano, ni del personal médico, pero reportes de medios locales aseguran que, en ambos casos, se redujeron en los últimos años.

Como antecedente a esta situación, en un informe publicado en 2008, la Fundación St Luke y el Centro Médico de Maryland detallaron que Haití contaba con 90 camas disponibles para enfermos que requieran cuidados intensivos, cuando la población supera los 10 millones de habitantes.

Del total de camas para cuidados intensivos, la mitad tenía aparatos para asistencia respiratoria, uno de los elementos esenciales para atender a los casos más críticos de Covid-19. Este reporte es el último disponible sobre acceso a servicios de salud en Haití.

Claudia Serrano Solares, doctorante de Estudios Latinoamericanos por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), argumenta que con la llegada del coronavirus, Haití enfrentará un panorama catastrófico, ya que no tiene el equipo médico ni la infraestructura necesaria para responder de la manera adecuada a la pandemia, en caso de que el número de contagios aumente.

Serrano Solares comenta que los ciudadanos haitianos también padecerán problemas de movilidad, ya que la mayoría tarda entre dos y tres horas en llegar a un hospital. Otro de los obstáculos recae en el acceso a medicamentos, cuya producción se realiza fuera del país.

“Muchas de las personas en Haití viven al día, a pesar de la emergencia tendrán que salir a la calle a buscar el sustento. Además, gran parte de la población no tiene agua potable, uno de los elementos básicos para eliminar el Covid-19”, detalla la académica de la Faculta de Estudios Superiores Aragón, de la UNAM.

Pasado que persiste

Por si no fuera suficiente con el coronavirus, Haití aún resiente los estragos que causó el terremoto de magnitud 7 en la escala de Richter, el 12 de enero del 2010.

El sismo destruyó la mayoría de los establecimientos públicos como la Presidencia, el Parlamento, los ministerios de Justicia, Salud y Educación, el aeropuerto, instalaciones portuarias, más de 50 hospitales, mil 300 escuelas y 310 mil viviendas particulares.

En total, las pérdidas económicas ascendieron a siete mil 800 millones de dólares, de acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

En territorio haitiano no hace mucho que los brotes de cólera comenzaron a disminuir. El último caso grave se registró en enero de 2019; sin embargo, la falta de acceso al agua potable y saneamiento podría causar que esta enfermedad recobre fuerza y se eleven los contagios.

Además del cólera, el dengue, la malaria y el VIH-SIDA también son parte de las enfermedades comunes entre la población, de acuerdo con la OPS

Corrupción, la otra pandemia además del coronavirus

Haití es un país, que como otros de la región, registra altos índices de corrupción. El presidente reconoce que estos actos delictivos causan estragos en el desarrollo y la rehabilitación del tejido social de esa nación.

En este sentido, Claudia Serrano asegura que Haití arrastra diversos conflictos, pero el que tuvo mayor relevancia en los últimos meses es el destape del desvío de casi dos mil millones de dólares a través de Petrocaribe.

El desfalco generó una amplia movilización por parte de la sociedad haitiana, que escaló a un reclamo generalizado para exigir el freno a la corrupción. La represión y bloqueos por parte de la policía provocaron que la protesta social disminuyera.

“Haití tiene un sistema social bastante raquítico en donde las personas no encuentran legitimidad ni respaldo en sus autoridades, esto crea un aire de desconfianza que pondría en jaque a cualquiera de las medidas que se generen para la contingencia sanitaria por la que ahora se atraviesa”.

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