El Covid-19 comienza a dispersarse en los países en donde se registraron los primeros brotes hace más de tres meses, lo cual es una buena señal para los gobiernos, que alistan las estrategias para relajar las medidas de distanciamiento social emprendidas para contener el virus.
China, Italia y España, en donde el número de contagios alcanzó niveles máximos en el mundo, dieron ya los primeros pasos hacia la “normalidad” y reabrieron parques públicos, y de forma paulatina, permitirán la apertura de comercios no esenciales, como restaurantes y cafeterías.
Sin embargo, el levantamiento de algunas de estas medidas de distanciamiento social se presenta cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que se espera una segunda y hasta una tercera oleada de contagios de coronavirus en el mundo.
Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, comentó que es necesario que los países mantengan la aplicación de pruebas para detectar a los portadores del virus, pongan en cuarentena a los enfermos, garanticen tratamientos médicos para todos y den seguimiento a los recuperados y sus contactos cercanos.
El director de la OMS adelantó que en próximos días presentarán un segundo Plan Estratégico de Preparación de Respuesta, documento en el cual informarán sobre el estimado de recursos que se necesitan para implementar una próxima respuesta global a la nueva ola de Covid-19.
“La OMS se compromete a hacer todo lo posible para apoyar a todos los países, pero el liderazgo político también es esencial. La unidad nacional es la base de la solidaridad mundial. Solidaridad, solidaridad, solidaridad: eso es lo que diremos todos los días”, enfatizó Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Por separado, investigadores de la Escuela de Salud Pública de Harvard advirtieron la posibilidad de que las medidas de distanciamiento social tengan que implementarse hasta 2022 ante la falta de capacidad en las unidades de cuidados intensivos (UCI) en el mundo, a lo que se suma la falta de tratamientos específicos para la enfermedad y la inexistencia de una vacuna para evitar los contagios.
“Es posible que se requiera un distanciamiento intermitente hasta 2022, a menos que la capacidad de las unidades de cuidados intensivos se incremente sustancialmente o que esté disponible un tratamiento o vacuna”, afirma en su informe el equipo de científicos, publicado en la revista Science.
Sin embargo, los países tienen la presión de una contracción económica que amenaza con golpear la creación de empleos, por lo cual líderes de los Estados han manifestado su preocupación por el boquete que esta crisis sanitaria puede causar en sus finanzas durante los meses que restan de este año.
Para poder levantar la contingencia y reiniciar las actividades, tanto económicas como sociales, la OMS pidió a los gobiernos primero disminuir o eliminar la cantidad de nuevos contagios, tener sistemas de salud accesibles, reducir los riesgos en centros médicos y residencias para adultos mayores.
A lo anterior se debe añadir la implementación de medidas de prevención en espacios de alta afluencia, así como en lugares de trabajo, escuelas y centros comerciales. Además deberán instrumentar un plan para el control de riesgos de casos importados, es decir, personas contagiadas fuera del país.
El primer paso en la recuperación del Covid-19
Los países del viejo continente recibieron un duro golpe de la crisis sanitaria y mientras en algunos, como Reino Unido, los contagios se mantienen al alza, otros como España e Italia comienzan a caminar hacia una nueva realidad.
España es el segundo país con más contagios en el mundo; sin embargo, el número de nuevos casos de coronavirus se ha reducido en las últimas semanas, por ello, autoridades iniciaron el fin del confinamiento, que será de forma gradual en cinco fases.
Como parte de la Fase 0, autoridades permitieron la apertura de los pequeños comercios, además de algunos restaurantes y cafeterías, siempre y cuando su superficie sea menor a 400 metros cuadrados y hagan envíos a domicilio.
También se autorizó a los españoles hacer ejercicio al aire libre, tener paseos familiares en espacios públicos o realizar compras. De forma obligatoria, deberán portar mascarilla si viajan en el transporte público.
Italia sigue el mismo camino escalonado para poner fin al distanciamiento social. El país que registró elevados números de víctimas mortales a causa de la pandemia también permitió paseos y visitas a familiares. Asimismo, se abrió el acceso a parques públicos y establecimientos cuya superficie sea menor a 800 metros cuadrados. Los restaurantes deben tener servicio de entregas domiciliarias.
Giuseppe Conte, el primer ministro de Italia, advirtió que el confinamiento podría ser reimpuesto por regiones en caso de que las cifras vuelvan a aumentar significativamente, en tanto, científicos e investigadores mantienen el monitoreo constante de los nuevos casos de Covid-19 en el país.
Del otro lado del mundo, en donde inició la pandemia también se abrió paso al fin del confinamiento. China mantiene un récord de cero nuevos contagios de Covid-19 locales y desde hace dos semanas las autoridades comenzaron a relajar las medidas de confinamiento. Incluso, durante este fin de semana, las playas ubicadas en Beijing y Hong Kong lucieron llenas de visitantes y también está normalizado el uso de mascarillas para cubrir nariz y boca entre la población.
A partir de esta semana, trabajadores de gobierno regresarán a sus oficinas y el país se prepara para abrir al público museos y bibliotecas, mientras las autoridades deciden si extienden o no el confinamiento después del 7 de mayo.
