El proceso de paz de las Farc con el gobierno de Colombia podría estar en riesgo. A dos años de que la administración colombiana y miembros de la guerrilla firmaron el Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera, un grupo de exguerrilleros volvieron a tomar las armas.
Escondidos entre las montañas al norte de Medellín, las guerrillas disidentes se hospedan en un campamento, lejos de presuntos peligros que amenazan su vida.
“Vi que estaban fusilando a muchos compañeros, entonces decidí otra vez meterme al monte”, dijo Maicol, uno de los cientos, o quizá miles, de combatientes de las Farc que se han resistido al convenio.
Insight Crime, organización que estudia grupos de delincuencia organizada, estima que hay unos dos mil 800 guerrilleros disidentes, casi el 40 por ciento de todos los milicianos que tenía el grupo antes de los acuerdos
Mientras los líderes de la guerrilla aseguraron que habían entregado todas las armas a las Naciones Unidas, los opositores declararon al diario The New York Times que no fue así porque aún quedaban las armas viejas.
Uno de los puntos del Acuerdo Final de 2016 especifica que la implementación de éste contribuiría al abandono de las armas y la proscripción de la violencia como método de acción política para todos los colombianos con el fin de transitar a un escenario en el que resalte la democracia.
Sin embargo, la aparición de guerrilleros disidentes armados no representa de la mejor manera el Acuerdo Final, en el que también se señaló que habrá mecanismos de verificación para registrar si todos los puntos acordados representan de la mejor manera el convenio.
Uno de los guerrilleros más identificados es Iván Marquez, por ser uno de los personajes de alto mando de las Farc. Pero no se le ha visto en un mes y muchos temen que regresó a las armas.
“Si Iván Márquez deja el proceso de paz y se une a los disidentes, entonces todo el proceso podría fracasar”, declaró Jeremy McDermott, codirector de Insight Crime.
El grupo de guerrilleros declaró al diario estadounidense que su objetivo no es derrocar al gobierno, porque simplemente no podrían hacerlo, y tampoco quieren pelar contra la policía. Dijeron que pretenden defender a poblados de grupos armados, pero si están en constante movimiento es probable que los únicos a los que defiendan sean a ellos mismos.
