Un tropiezo en Twitter se convirtió en un accidente diplomático para la presidenta de Argentina.
Durante una visita de negocios en China, Cristina Fernández de Kirchner publicó un tuit que recibió críticas de “racismo” por presuntamente burlarse del acento de los chinos.
“Más de 1.000 asistentes al evento… ¿Serán todos de ‘La Cámpola’ y vinieron sólo por el aloz y el petlóleo?”, tuiteó la mandataria tras encontrarse con su homólogo chino, Xi Jinping.
Con “Cámpola”, Cristina se refería en realidad a “La Cámpora”, grupo de jóvenes kirchneristas que aparecen en masa en sus eventos públicos y al que algunos tachan de acarreados.
Los medios anglosajones criticaron a la presidenta argentina al señalar que la broma no era graciosa, sino ofensiva.
“Lo que Kirchner parece malentender es que su sentido del humor es cuestionable en el mejor de los casos. Fue de mal gusto que se burlara del acento asiático, especialmente mientras estaba sentada con el presidente chino y negociando, nada menos que por dinero”, publicó The Washington Post.
Reuters, Bloomber, Financial Times y Bussiness Insider reaccionaron de forma similar.
Aun así, la jefa de Estado no borró el tuit e incluso lo colocó como “fijado” para que fuera el primer mensaje en aparecer en su perfil.
Incluso, Cristina se defendió al sugerir que la critican tanto, que ahora es necesario que actúe con humor.
“Sorry. ¿Sabes qué? Es que es tanto el exceso del ridículo y el absurdo, que sólo se digiere con humor. Sino (sic) son muy, pero muy tóxicos”, escribió.
A pesar de la polémica, el diario argentino La Nación publicó que la mandataria le ofreció a China negocios de minería y lo declaró su mayor aliado tras firmar 15 acuerdos de cooperación bilateral.
