Crueldad sin límite
Los menores de edad migrantes que son detenidos por las autoridades estadounidenses sufren abusos físicos, sexuales y verbales, además de que no tienen acceso a servicios que les permitan atender sus necesidades básicas como comida, agua y atención médica de emergencia
Imelda GarcíaLos niños migrantes indocumentados que son detenidos por las autoridades estadounidenses no solo sufren abuso sexual, golpes, patadas o atropellamientos; también deben soportar ofensas.
Esto fue revelado en un reporte de la Unión Americana para las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) y la Clínica de Derechos Humanos de la Universidad de Chicago. El documento fue realizado después de revisar 30 mil páginas de expedientes de migración de las oficinas gubernamentales.
El informe describe que los niños migrantes reportan maltratos al estar bajo la custodia de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) incluyendo abuso sexual, físico y verbal y no tener acceso a cosas para cubrir sus necesidades básicas como comida, agua y atención médica de emergencia.
“Los expedientes también revelan abusos sistémicos. Los niños describen un uso excesivo de fuerza, ser pisoteados, golpeados, pateados, atropellados, electrocutados y ser obligados por los agentes de la CBP a permanecer en posiciones incómodas”, cita el documento.
Los menores de edad también reportan abusos verbales, ser llamados como animales y que ‘contaminan al país’, revela el informe dado a conocer los últimos días de mayo.
El documento, nombrado Negligencia y abuso a niños inmigrantes no acompañados por parte de Aduanas y Protección Fronteriza, sostiene que los niños describen la falta de comida y agua potable, celdas frías y sucias y falta de artículos de higiene personal.
Además, los niños han declarado haber sido amenazados con ser violados o con la muerte; haber sido obligados a desnudarse mientras eran interrogados; y han denunciado haber sido tocados por agentes de la CBP.
ACLU elaboró el informe tras una lucha que emprendió en el 2014 para hacerse de los archivos de distintas agencias sobre reportes de maltrato o comportamiento indebido.
A pesar de haber sometido diversas solicitudes de información, el gobierno estadounidense se negaba a entregar los documentos, por lo que se inició un juicio que le dio la razón a la organización.
Testimonios de abuso
Los testimonios de maltrato se cuentan por cientos. Los niños y niñas que han estado en custodia de las autoridades migratorias han narrado abusos de todo tipo.
Ahora, estos testimonios han salido a la luz gracias a la ACLU, una organización defensora de libertades civiles y a los migrantes en Estados Unidos.
El reporte señala que CBP no dio la atención necesaria al menor, que tenía la pierna derecha fracturada.
En otras ocasiones, el abuso se da al momento de la detención. El informe describe que un agente tocó a una niña en los glúteos cuando estaba solo con ella después de arrestarla en el desierto de Phoenix, Arizona. El abuso solo se detuvo cuando ella gritó, atrayendo a otro agente a la zona.
“En otro incidente, los funcionarios de la CBP abusaron de una joven de 16 años al ser detenida. La adolescente informó que, burlándose de ella, el agente le preguntó por qué no pedía ayuda a los mexicanos. Los funcionarios la sometieron a una revisión en la que le extendieron con fuerza sus piernas y tocaron sus genitales con tanta fuerza que ella gritó”, refiere el informe.
ACLU indica que otra práctica abusiva contra los menores es dispararles con un taser, una pistola que lanza descargas eléctricas, con las que se ha lastimado a decenas de niños.
“Una queja describe a un niño acostado de espaldas en un arbusto cuando un agente se acercó y lanzó un ataque en el estómago”.
El informe narra que después de administrar este poderoso electrochoque al niño, el agente procedió a agredirlo físicamente, parándose en la pierna del niño y presionando con fuerza; lo empujó hasta que cayó de rodillas y luego lo pateó y lo lanzó contra un arbusto espinoso, que hirió al menor en el cuello.
El maltrato no es solo físico, sino verbal. El reporte revela también que el lenguaje soez es común para tratar a los migrantes detenidos.
“Un joven de 15 años informó que un oficial de CBP le dio un puñetazo y lo golpeó con una planta espinosa, dejándole una cicatriz. Cuando el niño le dijo al agente que era menor de edad, el funcionario le respondió: ‘No me importa, hijo de puta’.
La ACLU destaca que las denuncias de los niños detenidos han sido ignoradas o mal manejadas por las autoridades, permitiendo la impunidad.
No solo eso. El Departamento de Seguridad Interior (DHS, por sus siglas en inglés) “parece no haber reportado el supuesto abuso infantil al FBI”, lo que revela un fracaso sistémico al investigar estas acusaciones.
Los expedientes que revisó esta organización no indican si se ha aplicado alguna medida correctiva o disciplinaria para que se busque castigar a los responsables.