‘¿Cuándo se detendrá esta locura?’

Los políticos estadounidenses vuelven a pecar de distraídos. Y la nueva masacre que ocurrió el pasado viernes en la Universidad de California en Santa Barbara los pone nuevamente bajo el reflector. 

La Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés), tampoco se queda atrás. Para algunos estadounidenses, los culpables de todas las vidas perdidas en los ataques protagonizados por armas son “los políticos irresponsables y la NRA”, según escribió Adam Gopnik en The New Yorker el pasado 25 de mayo. 

"No me interesa su simpatía. Me importa un carajo que sientan lástima por mí. Pónganse a trabajar y hagan algo"
Richard MartínezPadre de un joven asesinado en Santa Barbara

Los políticos estadounidenses vuelven a pecar de distraídos. Y la nueva masacre que ocurrió el pasado viernes en la Universidad de California en Santa Barbara los pone nuevamente bajo el reflector. 

La Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés), tampoco se queda atrás. Para algunos estadounidenses, los culpables de todas las vidas perdidas en los ataques protagonizados por armas son “los políticos irresponsables y la NRA”, según escribió Adam Gopnik en The New Yorker el pasado 25 de mayo. 

“Hablan del control de armas. ¿Y qué sobre el derecho de Chris a vivir? ¿Cuándo se va a detener esta locura? ¿Cuando habrá suficientes personas que digan ‘detengan esta locura; no tenemos que vivir así’?”, afirmó Richard Martínez, padre de una de las víctimas. 

“La política de armas asusta a los políticos cobardes por patrocinar la muerte de niños como Christopher Michael-Martinez. Esta verdad puede no triunfar mañana, pero la verdad es la verdad. Estaría bien que el presidente, que conoce muy bien el asunto, pusiera de lado su actitud conciliadora y su búsqueda del consenso y lo dijera. ¡Hable, señor presidente! Hable claramente. Solo diga, ‘anoche, escuché al papá de Chris. Tiene razón’”, añadió al respecto Gopnik en la revista neoyorquina. 

Pero lo cierto es que los políticos se han ocupado únicamente de sentir empatía por los familiares de las víctimas y no han tomado acción al respecto. 

Esta actitud hizo reaccionar a Richard Martínez ante la prensa. 

“No me interesa su simpatía. Me importa un carajo que sientan lástima por mí. Pónganse a trabajar y hagan algo. Le diré lo mismo al presidente si me llama. Recibir una llamada de un político no me impresiona”, expresó Martínez durante una entrevista el pasado sábado. 

A la vez, invitó al público a pedirle una “acción inmediata” a los miembros del Congreso y al presidente Obama. 

“Hoy, voy a pedirle a todas las personas que pueda que le envíen una postal a cada político que se les ocurra con tres palabra ‘ni uno más’”, afirmó. 

El martes, el padre se presentó ante alrededor de 20 mil estudiantes en el estadio de la universidad. 

“Es momento de parar la violencia armada. Nuestros hijos merecen vivir en una tierra libre de miedo”. 

Pero el momento en el que ocurre el tiroteo, parece ayudar mucho a aquellos en favor de establecer un control de armas. 

“La política en este año electoral va a parar cualquier esfuerzo en el corto plazo”, publicó CBS News el lunes pasado.

Algunos analistas y líderes de opinión incluso alegan que el problema no son las armas sino los desordenes mentales de quienes efectúan los asesinatos. 

Las armas en la sangre

Para Estados Unidos (EU), no será una tarea fácil eliminar la libertad de posesión de armas. 

Así como hay muchos ciudadanos que quieren imponer un control, hay quienes apoyan las leyes tal como están.

Y los políticos tienen otros problemas en su agenda. 

“En América (EU), la violencia armada mata el doble de niños que el cáncer, y sin embargo la tribuna política ha frenado los fondos de la investigación de la salud pública para entender esta crisis”, dijo la representante de Nueva York Carolyn Maloney.  

“Pero aquí, en EU, hemos permitido que un grupo de matones ricos dirijan una operación al frente de los traficantes de armas, (…) y dicten nuestras políticas a políticos cobardes y arribistas”, publicó The Daily Beast. 

Australia, el ejemplo

Aunque esté muy lejos de los estadounidenses, muchos toman a Australia como un ejemplo a seguir en el control de armas.

En este país, se impusieron leyes para prohibir armas largas de tiro rápido. Además, un programa de compra de armas que recuperó alrededor de 650 mil del público. 

Como resultado, se estima que un 20 por ciento de las armas australianas fueron eliminadas de los hogares. 

“Una ley similar en EU se desharía de 40 millones de armas de fuego”, informó PolicyMic el pasado 27 de mayo. 

Asimismo, Australia redujo la tasa de homicidios y los tiroteos masivos desaparecieron por completo. Los suicidios se redujeron de 492 a 247 al año.

Guerra avisada
Elliot Rodger, autor de la masacre, publicó en YouTube un video en el que asegura que la vida es injusta porque las chicas no lo quieren. También escribió un manifiesto que narraba sus planes de asesinato.

‘No me interesa su simpatía’
El padre de una de las víctimas expresa ante los medios su frustración por las llamadas de los políticos a expresar su apoyo. 

Caen con las balas

El reciente tiroteo en California, que se conmemoró con un acto masivo, despertó de nuevo el debate sobre el control de armas en Estados Unidos. El Congreso logra llegar a un consenso al respecto.

> 101.05 armas por cada 100 habitantes hay en EU
> 7 estudiantes fallecieron en la masacre en Santa Barbara
> 30,000 vidas cobran las armas por año en EU

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