Un cubano proembargo se une al equipo de Donald Trump
El presidente electo Donald Trump incluyó este lunes como parte de su equipo de transición para el Departamento del Tesoro al abogado cubano Mauricio Claver-Carone, un lobbista a favor del embargo a Cuba, y que forma parte del aparato de presión cubanoamericano más influyente de Washington.
Andrea Montes RenaudEl presidente electo Donald Trump incluyó este lunes como parte de su equipo de transición para el Departamento del Tesoro al abogado cubano Mauricio Claver-Carone, un lobbista a favor del embargo a Cuba, y que forma parte del aparato de presión cubanoamericano más influyente de Washington.
Según reporta el periódico el Nuevo Herald de Miami, Claver-Carone es el director ejecutivo del US-Democracy PAC, el grupo de presión que se opone a la doctrina de Obama sobre el acercamiento de Estados Unidos con La Habana, y que ha servido como una de las voces más críticas de la política de acercamiento promovida por la administración actual, desde diciembre del 2014.
Su designación como parte del equipo de transición en el Departamento del Tesoro, no es gratuita, ya que en dicho departamento se encuentra la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), que es un organismo dedicado a administrar y ejecutar sanciones económicas y comerciales contra gobiernos extranjeros, organizaciones o individuos hostiles al gobierno norteamericano, y que suponen un peligro para la Nación.
La incorporación de Claver-Carone en el equipo de transición no supone como tal un puesto dentro de la Casa Blanca, pero sí de señales de que el presidente electo Donald Trump “está dispuesto a cumplir su promesa de campaña de revertir las medidas adoptadas por la Administración actual hasta lograr un ‘mejor acuerdo’ con Cuba.”
La principal crítica que hacen los opositores como Claver-Carone al acercamiento político de Obama con los Castro, es que se trata de una estrategia errada, que fortalece al régimen castrista y además le da legitimidad internacional.
El embargo comercial de Estados Unidos contra Cuba, iniciado en 1960, sigue vigente a pesar de la política de reconciliación iniciada por Obama, y debido a la oposición de la mayoría republicana en el Congreso. El triunfo de Donald Trump no solo pone en el limbo el proceso de desembargo, sino que debilita el legado de Barack Obama: el primer presidente norteamericano en poner un pie en la isla en 88 años.