Las banderas de Cuba ondearon por casi todo el país. Era el 11 de julio de 2021 y los cubanos se levantaron contra su gobierno.
A través de pancartas, cantos y voces alzadas, la gente criticaba las acciones de las autoridades ante la pandemia por COVID-19, los aumentos de los precios a productos básicos, la escasez de alimentos y medicinas, y la restricción a la libertad de expresión.
A casi un año de que esas protestas conmocionaron no sólo a la isla, sino a toda la región, medios locales informaron que se detuvieron a por lo menos 297 personas que participaron en las manifestaciones, entre ellos, 36 fueron condenados a penas de entre cinco y 25 años de prisión por el supuesto delito de sedición.
Dos de las detenciones que más ruido ocasionaron fueron las de Luis Manuel Otero y Maykel “Osorbo” Castillo, artistas independientes que incluso antes de las protestas del 11 de julio protagonizaron diferencias con las autoridades.
Ambos son parte del Movimiento San Isidro (MSI), un grupo creado con el objetivo de luchar por la libertad de expresión y que en 2021 se levantó contra el Decreto 349, a través del cual el gobierno del presidente Miguel Díaz-Canel impidió realizar eventos culturales sin autorización federal.
En el primer semestre de 2022 en #Cuba
❌2977 Acciones represivas
❌719 Detenciones arbitrarias
❌636 Retenciones en viviendas
?https://t.co/lXXv0F7W2X#SOSCuba #NoALaRepresion pic.twitter.com/0rQiepAWgI— Observatorio Cubano de Derechos Humanos (@observacuba) July 5, 2022
Mientras que Otero fue condenado a cinco años por desacato, desórdenes públicos y ultraje a los símbolos de la patria luego de que usó la bandera nacional para un performance, la condena contra “Osorbo” fue de nueve años por las mismas razones, además de difamación de las instituciones y organizaciones por agredir a agentes de la policía y causar “un tumulto” en las calles.
“(Sus condenas) son algo que a la comunidad del mundo del arte le ha chocado, más que nada porque son personas con visibilidad, han recibido una y otra vez el apoyo de la gente y son reconocidos internacionalmente”, dice en entrevista Yanelys Núñez, coordinadora internacional del Movimiento San Isidro.
El año pasado, mientras que Maykel ganó dos Grammys Latinos por la canción “Patria y Vida”, donde expone la represión social en su país de origen, Luis fue elegido como una de las 100 personas más influyentes por la revista TIME por la defensa en favor de la cultura libre.
Para Núñez, el caso de Otero y “Osorbo” no fue otra cosa más que tomar a las figuras más representativas de todo el movimiento de disidencia y ponerles condenas de cárcel por asuntos que no son realmente políticos.
“Lo que quiere mostrar ahora mismo el gobierno es que no está débil, que tiene un supuesto respaldo del pueblo y para eso lo que va a hacer es enjuiciar y condenar a todo el que deba hacerlo”, señala.
Son situaciones como las de estos dos artistas independientes lo que, de acuerdo con la también historiadora del arte, hace que se esté viviendo un exilio masivo entre la comunidad de artistas en Cuba, viéndose forzados a salir por temor a las represalias.
Desde España, donde encontró refugio tras salir de La Habana, Yanelys destaca que el exilio realmente se debe al aumento de la represión y a la imposibilidad de trabajar y no tanto por la precariedad que, aunque existe desde hace años atrás, es menos fuerte que la imposición.
“Este exilio masivo y forzado viene del temor, porque la gente está viendo las condenas que se les están poniendo no sólo a Luis y a Maykel, sino a ciudadanos comunes que no han cometido ningún tipo de delitos”, dice Núñez.
Las vías de escape de Cuba
Ante un gobierno que ha limitado las actividades culturales y de expresión de una gran parte de sus ciudadanos, principalmente de sus artistas, éstos han tenido que explorar nuevas vías para salir adelante.
Yanelys, por ejemplo, comparte que desde España impulsa el diálogo constante con sus colegas para encontrarse los unos a los otros y analizar sus herramientas.
“Es difícil, pero siempre apuesto a eso: a seguir encontrándonos y organizándonos desde nuestras fuerzas (…) Desde el exilio, algunos podemos seguir exigiendo al gobierno porque estamos fuera, porque cotizamos en estos países y esa acción está en nuestras manos.
“El tema de presentarnos en los parlamentos, de discutir con los políticos, de presentar testimonios, creo que es algo que también está en nuestras manos, y por supuesto seguir exigiendo la liberación de presos políticos, que además viven una situación de riesgo brutal por la condición en las que se encuentran las prisiones”, menciona.
Se espera que sea a través de un grupo que surgió de las protestas del 11J que se dé a conocer a la comunidad internacional, incluida la Cruz Roja, las situaciones en las que se encuentran las cárceles en Cuba, evidenciando el trato que se le da a todos los presos.
Para Núñez, entre otras de las medidas que pueden impulsar a los artistas, es saber jugar con la situación en la que se encuentra el gobierno: sin el apoyo de toda la población que aseguraba que lo hacía.