Cuba se abre a las pequeñas empresas

Cuba autorizó la creación de cooperativas no agrícolas, una medida que permitirá la constitución de pequeñas empresas y el último paso de un paquete gradual de reformas en la economía isleña.

A partir de este martes entrarán en vigor cinco normas jurídicas que permitirán la apertura gradual de este tipo de empresas hasta ahora inexistentes en Cuba, donde el Estado era el mayor productor y comercializador.

Las leyes –publicadas en la Gaceta Oficial– forman “parte de la actualización del modelo económico social”, según el diario Granma, órgano de difusión del Partido Comunista de la isla.

“Para la etapa inicial de la experiencia se prevé la constitución de más de 200 asociaciones de ese tipo en todo el país, que abarcarán sectores como el transporte, la gastronomía, la pesca, los servicios personales y domésticos, la recuperación de materias primas, la producción de materiales y los servicios de la construcción”, expresó Granma.

El Estado incluso arrendará a actuales empleados –por ejemplo de restaurantes o pequeños talleres de reparación– locales que le pertenecen para que constituyan las cooperativas.

Hasta ahora las únicas cooperativas en Cuba eran las agrícolas, la mayoría de ellas creadas en la década de los 90 y cuya acción era muy limitada pues el Estado les imponía desde planes de trabajo hasta directivos.

Las autoridades liberalizaron los meses pasados la acción de las cooperativas agrícolas dejándoles espacio para desarrollarse y quitándoles el sostén a aquellas que sean improductivas.

La noticia sobre la apertura de estas formas había sido anunciada antes tanto por el vicepresidente Marino Murillo –el responsable de la modernización económica– como por el presidente Raúl Castro, incluso habían mencionado detalles, pero sin que entraran en vigor.

Según las nuevas disposiciones se podrá constituir este tipo de formas entre más de tres personas naturales, como las llamadas de segundo grado, o sea entre cooperativas.

Las flamantes cooperativas “no se subordinarán administrativamente a ninguna entidad estatal, aunque sí deberán ajustarse a las normas generales establecidas por los organismos rectores de las actividades que realicen”, informó Granma.

Podrán además ofrecer sus servicios a los ciudadanos, a otras cooperativas o incluso al Estado mediante contrato y ellas determinarán precios mediante “la demanda, excepto aquellos que el Estado determine”.

La ley estableció que la creación de cooperativas será paulatina e inicialmente se formarán aquellas de personas naturales.