Un niño de cualquier edad con una enfermedad terminal y dolor insufrible tiene el derecho de solicitar su muerte en Bélgica.
El Senado belga aprobó ayer, con 86 votos a favor y 44 en contra, el proyecto de ley que convierte a su país en el primero en legalizar la eutanasia infantil, sin restricciones de edad.
Desde que la aprobó en 2002, Bélgica es una de las naciones con las legislaciones más vanguardistas sobre la eutanasia, que ahora se extiende a los niños con el argumento de no discriminarlos y ahorrarles el sufrimiento intolerable.
Aunque hubo protestas contra la reforma, 75 por ciento de los belgas apoyan que los menores puedan decidir sobre su muerte, informa el diario La Libre Belgique.
“El drama, la situación intolerable, es que la situación que vive un niño que, por motivo de una enfermedad incurable, vive sufrimientos que no puede sobrellevar”, explicó al diario Le Soir el senador Philippe Mahoux, impulsor de la ley.
En Países Bajos la eutanasia infantil es legal desde hace más de una década, pero solo para niños de entre 12 y 16 años que tengan la aprobación de sus padres.
La medida de Bruselas no contempla límite de edad, requiere del consenso de un equipo de tres médicos, que el menor sea consciente de su decisión y que haya notificado a sus padres.
Alrededor de 160 pediatras, 10 por ciento de la población de esa profesión en Bélgica, protestaron el martes contra la votación de la reforma, reportó Le Monde.
“Se está banalizando un tema que es muy dramático, de cualquier forma se está hablando de asesinar a un niño”, manifestó la pediatra Christiane Vermylen al noticiero de la cadena RTBF.
La eutanasia es legal solo en Luxemburgo, Bélgica y Países Bajos, mientras que en Suiza y en ciertas entidades de Estados Unidos, como Oregon, Washington y Vermont, se permite el suicidio asistido, en el que el paciente es quien toma la acción final.