La enviada estadounidense a las Naciones Unidas se dirigía ayer en Camerún para hablar con víctimas del grupo extremista Boko Haram que han sido desplazadas de sus hogares, cuando un Jeep blindado que formaba parte de su caravana atropelló y mató a un niño que salió corriendo hacia la calle.
El incidente ocurrió en el pequeño pueblo de Moloko, en el norte del país africano, hacia donde la embajadora Samantha Power, sus asistentes y periodistas acompañantes se dirigían para reunirse con refugiados y otros desplazados luego de años de ataques violentos en África occidental.
Power dijo que enterarse de la muerte le causó “profunda tristeza”. Agregó que se reunió con la familia del niño para “ofrecer nuestro sentido pésame, y nuestro dolor y pena”.
La caravana se movía a gran velocidad, en ocasiones superando los 100 kilómetros por hora, mientras los aldeanos se alineaban a un lado del camino. Cuando el niño salió corriendo hacia la carretera no hubo tiempo para que el sexto auto del convoy de Power frenara suficientemente. El conductor era camerunés.
No se detuvieron
El vehículo que impactó al niño se detuvo en un principio, pero las fuerzas de seguridad estadounidenses le ordenaron que continuara su trayecto por tratarse de una zona insegura. Una ambulancia de la caravana lo asistió de inmediato.
El niño fue llevado a un hospital local, aunque había pocas esperanzas, según personas cercanas al incidente.
Varios funcionarios de EU estaban visiblemente afectados. Incluso un asistente de Power se volteó para llorar cuando su jefa se reunió con niños refugiados poco tiempo después. (Con información de AP)