No significa que las personas ahora vayan a flotar, pero la alteración en el campo de gravedad del “sexto continente” es una prueba de los drásticos cambios que ha sufrido el hielo antártico.
Así lo advirtió la Agencia Europea Espacial (ESA, por sus siglas en inglés), cuyos satélites mostraron que los glaciares en la Antártida occidental han perdido tanta masa que ha habido una caída en el valor gravitacional de la región.
El Explorador de la Circulación Oceánica y de Gravedad, conocido como GOCE y lanzado en 2009, comprobó que el cambio climático está afectando la fuerza que ejerce la Tierra sobre los cuerpos.
El satélite ya había identificado cambios en la gravedad de otras zonas como Japón, donde ocurrió algo similar después del terremoto de 2011.
Y es que a pesar de que el valor normal de la gravedad (9.81 m/s2) por lo general es constante, este puede variar dependiendo de la densidad de la superficie donde te encuentres.
Lo anterior lo comprobó el GOCE, pues detectó una disminución pequeña –aunque significativa– en la región donde el hielo se está derritiendo más rápido.
Según el comunicado de la ESA, el volumen de Antártida en su conjunto está disminuyendo 125 kilómetros cúbicos por año.
En mayo de este año, el glaciólogo Eric Rignot, científico de la NASA, advirtió que el colapso de los glaciares en la extensa región de hielo de la Antártida occidental es inevitable, lo que provocaría una elevación del mar de 1.2 metros.