Las elecciones y acciones políticas importantes como los golpes de Estado modificaron el mapa ideológico de América Latina durante 2019. A unos días de que termine el año, la región está constituida por gobiernos de diferentes ideologías: derecha, izquierda y centro, pero la mayoría de presidentes pertenecen a partidos conservadores.
Los cambios políticos más recientes son el regreso de la izquierda peronista en Argentina con el triunfo de Alberto Fernández, quien ocupará la presidencia del país sudamericano desde el próximo 10 de diciembre, y el arribo de la derecha en Uruguay con la victoria de Luis Lacalle Pou después de 15 años de gobierno del partido centroizquierdista Frente Amplio.
Bolivia también modificó el mapa ideológico después de que Evo Morales renunciara a su cargo como presidente tras las cuestionadas elecciones del 20 de octubre y la política de derecha Jeanine Áñez asumiera como presidenta interina del país.
Otro cambio de este tipo en la región se dio cuando Nayib Bukele, quien se autodenomina de centro, se convirtió en el presidente de El Salvador sin estar bajo la bandera de los partidos tradicionales. El Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), de tendencia izquierdista, gobernó durante los últimos diez años en la nación centroamericana.
El doctor en ciencia política Rodrigo Salazar Elena explica que la tendencia ideológica de los gobiernos de América Latina en la actualidad es más variada que predominante porque los electores eligen a sus autoridades mediante una evaluación a los gobiernos anteriores sin importar si son de derecha, izquierda o centro.
El docente argumenta que muchos de los gobiernos actuales de América Latina llegaron al poder después de procesos de decepción o confianza del electorado. Este fenómeno tuvo su auge cuando la región pasó por el denominado giro hacia la izquierda.
El investigador añade que en los noventa hubo en toda la región presidentes de derecha, izquierda y centro que introdujeron políticas neoliberales o de ajuste estructural que provocaron recesiones, es decir, una disminución o pérdida generalizada de la actividad económica.
Al final de la década y principios del siglo XXI, muchos de esos gobiernos fueron desplazados por partidos políticos que se presentaron como alternativas a los políticos que fracasaron en mantener la estabilidad económica de sus países.
“Al final de los noventas muchos de estos gobiernos fueron desplazados por partidos políticos con propuestas alternativas. Como muchas políticas neoliberales tuvieron un componente recesivo, los electores prefirieron otras alternativas y ejercieron un voto de castigo que no siempre era ideológico”, comenta Salazar Elena.
Voto de castigo modifica el Mapa Ideológico
El profesor detalla que los votos de castigo provocaron que llegaran al poder políticos de izquierda como Evo Morales en Bolivia, Rafael Correa en Ecuador y Néstor Kirchner en Argentina.
Además, los gobiernos de estos mandatarios de izquierda fueron bien aceptados por los ciudadanos porque la región atravesaba una coyuntura que le permitió avances económicos.
“Los países de la región atraviesan por el boom de los commodities desde el 2000, es decir, el incremento en los precios de las materias primas que permitió la ilusión de que la región era de izquierda porque pudo pagar políticas sociales bien vistas por un sector de la población. Cuando la economía está bien, la gente lo atribuye al político del momento y lo mantiene en el poder. La mayoría eran de izquierda”, comenta Salazar Elena.
El boom de los commodities fue un periodo en el que se elevaron los precios de las materias primas como alimentos, petróleo y metales que se produjeron entre 2000 y 2014 en Sudamérica. Este fenómeno fue provocado en gran parte por la creciente demanda de China.
El profesor agrega que cuando pasó la coyuntura algunos gobiernos sudamericanos tuvieron problemas para mantener la bonanza porque no cuidaron las reservas nacionales y derrocharon el gasto público. Esto ocasionó que comenzaron los problemas económicos y los electores votaron por gobiernos de derecha o eligieron otras alternativas.
Tal es el caso de Argentina. El doctor en ciencia política comenta que el retorno del peronismo en el país sudamericano se da después de que el presidente Mauricio Macri deja en mal estado la economía del país.
La deuda externa en dólares de Argentina representaba hace dos años el 30.4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). Esa relación subió hasta el 43.2 por ciento en 2018 y al 58 por ciento en junio de este año.
“Argentina es un caso claro de que hay un voto de castigo a una mala gestión económica”, comenta el especialista.
En contrapartida de los nuevos gobiernos de derecha, este año surgió el Grupo de Puebla, una coalición progresista liderada por el presidente electo argentino Alberto Fernández, el mandatario mexicano Andrés Manuel López Obrador y exmandatarios y referentes de la izquierda latinoamericana como Dilma Rousseff, Lula Da Silva, Ernesto Samper y José Mujica.
El grupo busca mostrar que el liderazgo de la izquierda sigue presente en Sudamérica, tal como fue a comienzos de la década pasada, cuando la mayoría de los gobiernos de la región pertenecían a esa corriente.
No obstante, Salazar Elena considera López Obrador demostró en su primer año como presidente que le interesa más generar vínculos con el gobierno del mandatario Donald Trump que con las autoridades de países de América Latina.