Donald conduce la conversación

Una vez más, el presidenciable al que analistas consideraban una “broma” está dominando el debate en Estados Unidos.

Con el lanzamiento de su plan migratorio esta semana, Donald Trump, el magnate de los bienes raíces y precandidato republicano a la presidencia de Estados Unidos (EU) en el 2016 controla la conversación.

Sus propuestas, populares entre los más conservadores del Partido Republicano, incluyen la construcción de un muro fronterizo, la deportación de los más de 11 millones de indocumentados y eliminar el derecho de ciudadanía por nacimiento. 

“Cuando los políticos hablan de ‘reforma inmigratoria’ ellos quieren decir: amnistía, mano de obra barata y fronteras baratas”, establece el empresario en el plan, disponible en la página donaldjtrump.com. 

“Por muchos años, los líderes de México se han aprovechado de Estados Unidos al usar la inmigración ilegal para exportar el crimen y la pobreza de su propio país, así como otras naciones de América Latina”.

De hecho, el multimillonario propone medidas que tendrían un impacto económico para México, como el obligar al gobierno de este país a pagar por la muralla divisoria e incautar las remesas que los migrantes envían a sus familias.

“México continúa haciendo miles de millones de dólares”, expone Trump, “no sólo de nuestros malos tratados de libre comercio, sino que depende profundamente de los miles de millones de dólares que los inmigrantes ilegales envían de EU a México, 22 mil millones de dólares en el 2013.

“En síntesis, el Gobierno mexicano ha estafado a Estados Unidos. Ellos son responsables de este problema y ellos deben ayudar a pagar para limpiarlo”. 

Popularidad imparable

Este tipo de declaraciones han llevado a Trump a la cima de las preferencias del partido republicano.

CNN  publicó ayer una encuesta que muestra que el 24 por ciento de los republicanos quieren que él sea su candidato, un incremento de seis puntos con respecto a julio.

Además, 58 por ciento de los miembros de este partido dicen tener una opinión “favorable” del magnate de bienes raíces, un aumento de ocho puntos en relación al mes anterior. 

Asimismo, cerca del 45 por ciento de los republicanos confían en Trump más que en cualquier otro candidato para manejar el tema de economía e inmigración ilegal.

Trump lleva más de 10 puntos de ventaja sobre el favorito para ganar la candidatura republicana, Jeb Bush, exgobernador de Florida y hermano del expresidente George W. Bush.

Propuestas de ‘fantasía’

Pero incluso entre analistas y políticos conservadores, las sugerencias del hombre de negocios causan rechazo.

“El plan de Trump en materia de inmigración es la mezcla exacta entre fantasía e ignorancia que hemos aprendido a esperar de alguien que se autodefine como republicano”, establece un análisis del conservador Cato Institute.

La respuesta más enérgica proviene de otros aspirantes republicanos a la presidencia, que temen que el empresario perjudique la imagen del partido rumbo a las elecciones.

“Entre más se expone, proponiendo soluciones que son inviables, el carisma empieza a desaparecer después de un tiempo en el que te percatas que no hay nada detrás de su cortina (mágica)”, dijo a The Des Moines Register  el senador Lindsey Graham.

Incluso, un reciente sondeo de Gallup reveló que 65 por ciento de los estadounidenses apoyan la permanencia legal de los migrantes indocumentados en EU.

Pero, a pesar de todas las críticas en su contra, Trump ha sobrevivido y se ha mantenido a la cabeza, lo que deja perplejos a analistas y políticos.

“Entre más flote por encima de las encuestas, Donald Trump hace sentir náuseas a las personas, quienes se han visto forzadas a contemplar si su candidatura es algo de lo que en realidad necesitan preocupares”, publicó The Washington Post.

Propuestas divisorias

Puntos más polémicos de su plan migratorio en donaldjtrump.com

1. Deportar a los 11 millones de indocumentados que viven en EU, lo que tomaría 20 años y costaría hasta 600 mil millones de dólares, según American Action Forum.

2. Forzar al gobierno mexicano a pagar por la construcción de un muro en la frontera o, de lo contrario, incautar las remesas que los migrantes mandan a sus familias.

3. Eliminar el derecho de ciudadanía por nacimiento, lo que él considera que los indocumentados usan como “ancla”.