La 89 entrega de los Premios Oscar se espera cargada de muestras de rechazo en contra del presidente Donald Trump, sin embargo, el mandatario y su esposa Melania han decidido ignorar la ceremonia y organizar su propia celebración este domingo por la noche.
Mientras las estrellas de Hollywood se reúnan en Los Ángeles para la fiesta del cine, los Trump serán los anfitriones en Washington de un baile de gala, al cual han invitado a los 50 gobernadores del país, incluidos los demócratas.
El baile será el estreno como maestra de ceremonias de la primera dama, la cual hasta el momento ha tenido un papel discreto, incluso ha decidió mantener su residencia en la Torre Trump en Nueva York, junto a su hijo Barron.
“Estoy orgullosa de poder invitar a todos los gobernadores a la Casa Blanca para este importante evento anual”, dijo en un breve comunicado la primera dama, quien agregó que esta noche Estados Unidos debe unirse como una sola nación.
El presidente escribió en su cuenta de Twitter que espera una gran cena con los gobernadores, en la que abordarán muchos temas de carácter nacional, incluido el cuidado a la salud, el cual se encuentra en suspenso tras el rechazo de Trump al Obamacare.
Trump conversará con los gobernadores, mientras en el Dolby Theatre artistas como Meryl Streep, muy probablemente enfoquen sus discursos contra el mandatario, principalmente en temas como la migración y el medio ambiente.
Durante la temporada de premios 2017, un importante número de artistas han volcado sus críticas contra el republicano, las cuales alcanzaron su punto más álgido durante la entrega de los Globos de Oro en enero pasado.
En aquella ocasión Streep dijo en su discurso que las faltas de respeto sólo generan más faltas de respeto, al igual que el odio. Al día siguiente Trump respondió a las críticas al decir que la actriz estaba sobrevalorada.
El ala liberal de Hollywood hizo campaña para la candidata presidencial demócrata, Hillary Clinton, por lo que la pelea entre el grupo de actores y cineastas contra Trump lleva más de un año en los titulares de varios medios.
La cena con los gobernadores es un evento tradicional de la Casa Blanca a la que acuden todos los líderes del país, pero la cual no tiene una fecha fija en el calendario de la política estadounidense, aunque se acostumbra celebrar a finales de febrero.