Medios de comunicación, dependencias de gobierno y especialistas de todo el mundo emprendieron una campaña durante los últimos días sobre los riesgos de mirar directamente el eclipse solar de este lunes, pero a Donald Trump le importó poco y dirigió la vista al fenómeno astronómico.
Trump, su esposa Melania y su hijo Barron salieron de la Casa Blanca para observar el eclipse de este lunes, sin embargo, el presidente no pudo resistir sus impulsos y miró por por unos instantes el gran evento sin ninguna protección.
Inmediatamente, la gente que esperaba bajo el balcón Truman le gritó a Trump “no mires”. Pasó siguiente, el presidente se colocó las gafas especiales para ver el eclipse y comentó con su esposa la evolución del fenómeno.
Los especialistas han advertido que el daño a la vista depende del tiempo de exposición, sin embargo, hasta mirar el eclipse por un par de segundos puede ser perjudicial para los ojos. Quizá Trump pensó que esas advertencias también eran fake news.