Europa llama a la unidad contra Trump

“Los Estados Unidos de Donald Trump son una amenaza para Europa, así como lo es Rusia, China, el Islam radical, la guerra y el terrorismo”, estimó Donald Tusk, presidente de la Comisión Europea.

Son palabras duras, de choque, pero a la altura de los temores del Consejo Europeo, que considera que la Unión Europea se enfrenta a los des

La consigna para Europa es triple: unir, defender sus intereses, e influenciar al mundo de mañana, en vez de soñar con una Norteamérica bondadosa y de buenas intenciones

“Los Estados Unidos de Donald Trump son una amenaza para Europa, así como lo es Rusia, China, el Islam radical, la guerra y el terrorismo”, estimó Donald Tusk, presidente de la Comisión Europea.

Son palabras duras, de choque, pero a la altura de los temores del Consejo Europeo, que considera que la Unión Europea se enfrenta a los desafíos más peligrosos, desde la Segunda Guerra Mundial.  

Ya debilitada y en año de elecciones presidenciales, la UE tendrá que replantear su estrategia. Especialmente, frente a la amenaza que plantean un “nuevo zar” de Rusia, que sueña con manipular la opinión pública occidental y un presidente estadounidense aislacionista que lleva su diplomacia desde Twitter: Europa se encuentra sola y debe responder rápido.

Los intentos de Trump de segregar a su población mediante un decreto antiinmigrante resonaron del otro lado del Atlántico con un movimiento unificador de rechazo hacia la presidencia de Donald Trump. 

Nada más en Reino Unido, más de 1.6 millones de personas han firmado una petición para socavar la invitación que extendió la Primera Ministra británica, Theresa May, a Trump para que visite el país: “Donald Trump no debe ser invitado a hacer una visita de Estado ya que avergonzaría a Su Majestad la Reina”, dice la petición en línea.

Sin embargo, May –primera dirigente extranjera en reunirse con el presidente de Estados Unidos–, ni se inmutó: ella tiene la intención de permanecer en buenos términos con su aliado más importante.

Incluso, algunos parlamentarios que describen el decreto de Estados Unidos como fascista, ya comparan la actitud de May con la política apaciguadora y tibia que tuvo Neville Chamberlain con Adolfo Hitler durante la Segunda Guerra Mundial.
 
Es amenazante

Por otro lado, el presidente del Consejo Europeo califica por primera vez de amenazante la nueva administración estadounidense. Y en su declaración, además de mencionar la amenaza externa, advierte de la amenaza interna, con el avance nacionalista y xenófobo que asecha a la UE, así como “el declive de la fe en los partidos políticos y la sumisión a los argumentos populistas”.

La UE debe tomar medidas “firmes y espectaculares”, aseguró Tusk, a fin de llevar la integración europea a un nivel superior. Pues ahora que el presidente de Estados Unidos ha declarado un “guerra” en varios frentes –seguridad, comercio, inmigración y valores universales– ¿qué hacer?

El tema será discutido este viernes 3 de febrero en la próxima cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la UE que se celebrará sin el Reino Unido en La Valeta, capital de Malta, para tratar de reafirmar la vitalidad y la unidad de Europa frente al Brexit y la nueva administración de Estados Unidos.

La pesadilla contra el sueño europeo

Donald Trump calificó la política de migración de Ángela Merkel como un “error catastrófico”, y evocó un aumento en los aranceles de 35 por ciento a la importación de automóviles alemanes a los Estados Unidos. 

También se refirió a los beneficios de un posible levantamiento de las sanciones contra Rusia y calificó a la OTAN como “una organización obsoleta” e incapaz de responder con eficacia a la amenaza terrorista, y criticó a los miembros por ser poco comprometidos con su financiación.

Después, calificó al Brexit como “una gran cosa”, y dijo que “la gente no quiere que otras personas vengan a su país a molestarlos”. 

Afirmó que la UE no es capaz de preservar la identidad de sus miembros y otros Estados, y en ese sentido, Estados Unido seguirá el mismo camino que el Reino Unido, con quien forjará un nuevo acuerdo comercial.

Aunado a eso, la Primera Ministra, Theresa May dio la bienvenida “al entusiasmo de Trump y su equipo” por querer tratar con Londres. Y cambió de manera radical su postura de salida de la UE defendiendo un “Brexit duro” con el continente, y anunciando su voluntad de salir de un mercado único incompatible con el control de la inmigración. 

May amenazó que en caso de no tener acceso a los mercados europeos, Londres sería “libre de cambiar las bases del modelo económico británico fijando impuestos a precios competitivos”. 

De momento, el artículo 50 del Tratado de Lisboa que dicta los términos de salida de la Unión Europea, se activará este marzo y marcará el inicio de las negociaciones que deberán completarse en los próximos dos años. 

Todo esto indica que el presidente de Estados Unidos tiene aliados en Europa que están dispuestos a jugar su juego: sus compinches ultranacionalistas instalados en Polonia y Hungría cegados por su propia ideología; y la Primera Ministra británica que con una diplomacia de ruptura demuestra ser mucho más afín a lo que representa Donald Trump, que a lo que ofrecen sus aliados continentales.

Entonces, la consigna para Europa es triple: unir, defender sus intereses, e influenciar al mundo de mañana, empezando por delimitar su lugar en el mundo, en vez de soñar con una Norteamérica bondadosa y de buenas intenciones. 

Europa está claramente en el visor de Beijing, y en vistas a la actitud proteccionista que ha adoptado Trump, ¿China buscará una alianza estratégica con el continente?