https://www.youtube.com/watch?v=wLPECPmEUzc
Los políticos estadounidenses ignoran a la comunidad médica al momento de decidir cuáles enfermedades implican un riesgo público y cuáles no.
Aunque los profesionales de la salud señalaron que el brote de ébola del año pasado no era una amenaza para Estados Unidos (EU), funcionarios propiciaron el pánico e impusieron cuarentenas no necesarias a voluntarios que regresaban de África.
Pero ahora que se han registrado más de 100 casos de sarampión en lo que va del año y la enfermedad corre el riesgo de expandirse, los políticos están defendiendo el derecho de los padres a no vacunar a sus hijos, lo que representa un peligro para la salud pública.
Pese a que en octubre condenó a aislamiento forzoso a la enfermera Kaci Hickox, voluntaria de Médicos Sin Fronteras que regresaba de ayudar enfermos de ébola en África, el gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, apoyó el derecho a no vacunar.
“Es más importante lo que piensas como padre que lo piensas como funcionario público. También entiendo que los padres necesitan algún poder de decisión”, manifestó el lunes Christie, uno de los aspirantes republicanos a la presidencia.
Al considerar que promueve al movimiento anti vacunas, la declaración del mandatario despertó la indignación de los médicos, incluyendo de la propia Hickox.
“Este es un buen ejemplo del gobernador Christie haciendo algunas declaraciones muy mal informadas”, indicó Hickox en MSNBC, “escuchamos muchas durante la discusión del ébola y ahora parece haber pasado de nuevo”.
Al menos 92 por ciento de los doctores atribuyen el actual brote de sarampión de EU al creciente movimiento de padres que no vacunas a sus hijos porque creen que estas causan autismo, a pesar de que no existe evidencia científica de ello.
El estallido de la enfermedad inició el mes pasado en Disneyland, California, donde un niño no vacunado esparció la enfermedad.
El Centro para la Prevención y el Control de Enfermedades (CDC) teme que el sarampión resurja como enfermedad endémica en EU, donde ya habían erradicado la enfermedad en 2010.
Protección no obligatoria
Durante la crisis del ébola, los republicanos y algunos demócratas exigían prohibir la entrada a los pasajeros que venían de los países afectados en África, aunque los médicos no creían que había riesgos.
Sin embargo, ahora que un sondeo de The Pew Research Center muestra que 86 por ciento de los científicos coincide en que las vacunas deberían ser obligatorias, los políticos de ambos partidos creen que esto no debe implementarse.
“(El presidente) fue claro en que no necesitamos una nueva ley, necesitamos que las personas ejerzan el sentido común”, argumentó el martes el secretario de prensa de la Casa Blanca Joshua Earnest, según CBS.
En EU, las vacunas son obligatorias por ley, pero hay una cláusula que permite a los padres decidir si sus hijos las reciben o no.
El líder de los republicanos en la Cámara de Representantes, John Boehner, coincidió con la Casa Blanca en que tal vez no se necesite una nueva legislación.
“No sé si necesitemos una nueva ley, pero sí creo que todos los niños deberían ser vacunados”, dijo Boehner el martes, reportó AP.
El riesgo aumenta
Mientras la controversia política sigue, el riesgo aumenta.
Una pesquisa de USA Today reveló en una de cada siete escuelas públicas y privadas de EU el índice de vacunación contra el sarampión es menor a 90 por ciento, la tasa que los médicos consideran necesaria para evitar el brote de la enfermedad.
Por ello, 72 por ciento de los doctores creen que las escuelas no deberían permitir la entrada de niños no vacunados, según la encuesta de The Pew Research Center.