Dos grandes en problemas

Dos de las empresas españolas con más reconocimiento internacional, la aerolínea Iberia y la compañía de telecomunicaciones Telefónica, están afrontando problemas laborales que podrían afectar a su imagen.

Esto porque en el actual contexto de crisis están pretendiendo ejecutar políticas que buena parte de sus respectivas plantillas considera injustas por mirar sólo por la búsqueda del máximo beneficio sin tomar en cuenta a los trabajadores que las conforman.

Sandra de Miguel Sanz Sandra de Miguel Sanz Publicado el
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vuelos serán cancelados está semana por las protestas convocadas por los sindicatos de Iberia.

Dos de las empresas españolas con más reconocimiento internacional, la aerolínea Iberia y la compañía de telecomunicaciones Telefónica, están afrontando problemas laborales que podrían afectar a su imagen.

Esto porque en el actual contexto de crisis están pretendiendo ejecutar políticas que buena parte de sus respectivas plantillas considera injustas por mirar sólo por la búsqueda del máximo beneficio sin tomar en cuenta a los trabajadores que las conforman.

En el caso de Iberia, todo empezó en 2011, cuando la empresa se fusionó con la británica British Airways. Tras esto, basándose en el argumento de las pérdidas, Iberia anunció su intención de despedir a casi cuatro mil trabajadores. Sin embargo, los sindicatos de la aerolínea, respaldados por casi toda la plantilla, han decidido no quedarse de brazos cruzados.

Lo mismo sucede con 15 trabajadores de Telefónica que iniciarán una huelga de hambre para pedir la readmisión de un compañero al que despidieron de forma improcedente después de haber solicitado varias bajas médicas justificadas. Para los huelguistas, el verdadero motivo era meter miedo a los trabajadores en un momento en el que se negociaba un ERE (Expediente de Regulación de Empleo). 

Te presentamos los detalles de cada protesta.

British go home!!!

Los manifestantes convocados por los sindicatos de Iberia se enfrentaron el lunes a la policía en el aeropuerto internacional de Madrid después de que personal de tierra y tripulaciones de cabina de Iberia comenzaran 15 días de huelga no consecutivos en protesta contra los planes de la aerolínea para despedir a 3 mil 800 empleados –el 19 por ciento de la plantilla–, recortar los salarios y reducir en un 15 por ciento las rutas este año.

La empresa, que argumenta que pretende eliminar puestos de trabajo por las pérdidas sustanciales que registró en 2012 –unos 262 millones de euros entre enero y septiembre del año pasado–, afirmó que la paralización de actividades obligará a cancelar más de mil 200 vuelos a lo largo de esta semana.

De todos ellos, según El País, 415 corresponden a Iberia, 354 a Vueling, 357 a Air Nostrum y 96 a Iberia Express. Esto porque son las aerolíneas que tienen contratados los servicios de asistencia en tierra con Iberia.

En la primera jornada se cancelaron 236 vuelos y se cumplieron todos los servicios mínimos. En la segunda, la de ayer, se cancelaron 232 viajes.

Un decreto del gobierno sobre servicios mínimos garantiza el 90 por ciento de los vuelos de larga distancia, 61 por ciento de los vuelos intermedios y 46 por ciento de los vuelos nacionales durante una paralización de actividades.

La compañía afirma que ha encontrado asientos en otros vuelos para la mayoría de los 70 mil pasajeros afectados.

El primer día de paro tuvo un seguimiento masivo, cercano al 100 por ciento de los trabajadores sin contar los que cumplían con los servicios mínimos, según los sindicatos.

La policía utilizó porras para repeler a cientos de manifestantes que intentaban ingresar en el mediodía en la terminal. Hubo cinco detenidos y un herido.

Y esto porque, según relata El País, una marcha de cuatro mil trabajadores –según los sindicatos– que había recorrido unos 10 kilómetros desde las principales instalaciones de mantenimiento de Iberia hasta llegar a la Terminal 4, se topó allí con el apoyo de parte de personal del aeropuerto –que les recibió con gritos como “¡Iberia unida jamás sera vencida!”– pero también con la policía y con la Guardia Civil con equipamiento antidisturbios.

Los sindicatos que representan a la mayoría de los trabajadores de Iberia, pero no a los pilotos, dispusieron que las huelgas se efectuarán del 18 al 22 de febrero, del 4 al 8 de marzo y del 18 al 22 de marzo. Los pilotos se unirán a estas últimas.

El gobierno exhortó a la aerolínea y a los sindicatos a que lleguen a un acuerdo y a que se ponga fin a la paralización de actividades.

Iberia se fusionó en 2011 con British Airways para crear el International Airlines Group. Para los sindicatos, el verdadero objetivo es el desmantelamiento de la española en favor de la británica. Esto explica que en algunas pantallas de la compañía se pudiera leer “British go home!!!”.

Iberia ha puesto en funcionamiento un teléfono gratuito para todas las consultas relacionadas con la huelga (900 100 480) y recomienda a los viajeros consultar su página web para estar al tanto de los vuelos afectados.

El hambre de telefónica

Otra de las grandes empresas españolas, Telefónica, también enfrenta conflictos laborales. Ayer, el diario Público anuncio que un grupo de 15 trabajadores de Teléfonica en Catalunya y Euskadi empezarán el próximo 23 de febrero otra huelga de hambre para pedir la readmisión de Marcos Andrés Armenteros, despedido tras un período de baja médica justificada para tratarse una hernia discal y a pesar de haber ganado dos juicios que declaraban el despido nulo e improcedente.

El inicio de la huelga coincidirá con el inicio de Mobile World Congress 2013, que se celebrará en Barcelona entre el 25 y el 28 de febrero, y ésta se realizará en los locales donde se realizó la anterior huelga de hambre, que duró 23 días. 

Entonces, fueron cinco trabajadores, incluido Armenteros, los que decidieron emprender su protesta con el ayuno voluntario. Tres de los cuatro que lo acompañaban, delegados sindicales, pidieron permiso sin sueldo para unirse a él.

El detonante para emprender una segunda protesta del mismo tipo, que se enmarca dentro de un conjunto de movilizaciones por la lucha para readmitir a Marcos y contra la precariedad y la contratación de imputados como Rodrigo Rato –imputado por el agujero de Bankia–, fue que la reunión entre un grupo de diputados del Parlamento de ERC, PSC-PSOE, ICV-EUiA y CUP-AE y el director de Telefónica Catalunya, Kim Faura, terminó sin resultado.

En un comunicado, los trabajadores expresaron que “Nos parece del todo inhumano que las empresas de telefonía movil celebren este magno evento sin escatimar lujo alguno mientras someten a sus plantillas a despidos por baja médica, como en Telefónica-Movistar, o a ERE’s como el de Vodafone, que afecta a más del 30 por ciento de la plantilla”.

Esta segunda huelga se mantendrá al menos hasta que finalice el Congreso, el 28 de febrero. En ese momento se decidirá si continuar o no. 

Los trabajadores de Telefónica se sumaron visiblemente a la huelga general de noviembre.

La multinacional ha sido una de las señaladas desde el inicio de la crisis por ejecutar ERE´s (Expedientes de Regulación de Empleo), que permiten despedir masivamente, al tiempo que anunciaba beneficios. 

Así, en los primeros nueve meses de 2012, según reportó la agencia EFE, la empresa registró un beneficio de 3 mil 455 millones de euros, un 24.4 por ciento más que en el mismo periodo de 2011. Además, en ese tiempo, redujo su deuda financiera neta en 2 mil 304 millones de euros.

Otro de los asuntos relacionados con la compañía de origen español que ha levantado ámpula y que también motiva la nueva campaña de protesta es la contratación de Rodrigo Rato como asesor externo. Rato, ex director gerente del FMI, fue considerado como el quinto peor alto directivo del mundo según Businesweek. 

Además, puesto que Telefónica fue privatizada en la época en que él era vicepresidente y responsable del área económica con el ahora expresidente del Partido Popular, José María Aznar, algunos ven en el reciente contrato una especie de premio por haber legislado a favor de los altos cargos de la compañía anteriormente.

Y es que el hecho de que Rodrigo Rato fuera imputado por la Audiencia Nacional por el agujero de Bankia en julio del año pasado y que recientemente se haya visto implicado en los escándalos de corrupción del partido gobernante al aparecer en las cuentas del extesorero como uno de los que habría recibido dinero ilegal desde sus diferentes puestos en el PP son cosas por las que no se entiende su fichaje. 

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