El 80% de los dreamers que podrían ser deportados son mexicanos

El gobierno del presidente Donald Trump anunció el martes que en seis meses pondrá fin a un plan de alivio migratorio que exime de la deportación y concede permisos temporales de trabajo a unos 800 mil inmigrantes traídos sin autorización a Estados Unidos cuando eran niños.

“No podemos admitir a cualquiera que le guste venir aquí”, dijo el secretario de Justicia, Jeff Sessions, al anunciar la decisión. “Esa es una política de fronteras abiertas y el pueblo estadounidense la ha rechazado correctamente”.

Indigo Staff Indigo Staff Publicado el
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El gobierno del presidente Donald Trump anunció el martes que en seis meses pondrá fin a un plan de alivio migratorio que exime de la deportación y concede permisos temporales de trabajo a unos 800 mil inmigrantes traídos sin autorización a Estados Unidos cuando eran niños.

“No podemos admitir a cualquiera que le guste venir aquí”, dijo el secretario de Justicia, Jeff Sessions, al anunciar la decisión. “Esa es una política de fronteras abiertas y el pueblo estadounidense la ha rechazado correctamente”.

El Departamento de Seguridad Nacional dijo que no aceptará solicitudes a partir del 6 de septiembre.

La cancelación del programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés) no implica que los jóvenes llamados dreamers deban regresar mañana a sus países de origen, sino en seis meses, señalaron académicos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM.

Leer: ¿Qué es DACA y por qué se anuló en la administración de Trump? 

Los investigadores Tomás Milton Muñoz Bravo y Ernesto Josué Padilla Villamour indicaron que si en ese lapso de tiempo el Congreso de Estados Unidos no resuelve el estatus legal de los 780 mil jóvenes beneficiados de este programa, de ellos 600 mil mexicanos, podrían ser detenidos y deportados por la patrulla fronteriza.

Expresaron que las acciones de Trump no van encaminadas a solucionar el problema, sino a pasarlo al Congreso de Estados Unidos para que se pronuncie sobre el asunto, que implicaría una deportación masiva.

Muñoz Bravo destacó que para Trump lo importante es decirle al electorado que el programa concluye, aunque en realidad lo que está haciendo es turnarle la responsabilidad al Congreso, toda vez que el próximo año se renueva un tercio de los integrantes del Senado y de toda la Cámara de Representantes, por lo que está enviando mensajes a los futuros electores.

La responsabilidad al Congreso

El riesgo es que en los últimos 12 años ninguna iniciativa referente a la migración ha sido aprobada en ambas cámaras, así que la situación es difícil, por eso si al término de este plazo no hay una iniciativa ratificada y publicada por el gobierno federal estadounidense, habrá deportaciones y enfrentarán un drama los beneficiados con este programa, admitió.

A su vez, Padilla Villamour señaló que la polarización en el Congreso del país vecino y la proximidad de las elecciones podría llevar a discusiones interminables que no llegarán a una solución.

Muñoz Bravo recordó que Estados Unidos cuenta con una base de datos de los “soñadores” y de sus familias, lo que los coloca en una situación de mayor vulnerabilidad.

Consideró que una posible solución es que se retomen algunas iniciativas que al respecto ya se han discutido “y están durmiendo el sueño de los justos en alguna de las dos cámaras. Sería la única forma para salvar de esta pesadilla a los dreamers después de estos seis meses”.

Si se hace un mapa de dónde se ubican, se podrá notar que son entidades en donde el voto latino ha sido importante, por lo que la iniciativa de Trump implica una estrategia para tratar de frenar esos enclaves estratégicamente dominados por los demócratas, apuntó en un comunicado de prensa de la UNAM.

 

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