Dreamers, moneda de cambio

El Presidente estadounidense Donald Trump busca concretar acuerdos con la oposición para el endurecimiento de las medidas antiinmigrantes y a cambio podría ofrecer una alternativa sobre los dreamers.

La noche del pasado domingo, Trump dio a conocer sus nuevos lineamientos de política migratoria en donde ha vuelto a poner sobre la mesa la construcción del muro y la contratación de 10 mil agentes fronterizos, entre otras medidas.

La Casa Blanca ha señalado que para cualquier acuerdo que implique proteger a los beneficiados por el programa de acción diferida para los llegados en la infancia (DACA, por sus siglas en inglés), estará sujeto a la aprobación la lista prioritaria enviada al Congreso en materia migratoria.

Desde que comenzaron las negociaciones entre la administración Trump y los congresistas, tanto republicanos como demócratas, el futuro de los más de 800 mil inmigrantes que llegaron en su niñez a los Estados Unidos parece haberse convertido en moneda de cambio para el endurecimiento de las medidas de seguridad migratoria.

La agresividad de la propuesta de Trump, que ha llevado al límite las peticiones, en principio ha sido rechazada por los demócratas, y lo alejado de las posturas permite augurar tensas y -muy probablemente- largas negociaciones. Mientras tanto el futuro de cientos de miles de dreamers permanece en el aire.

El inquilino de la Casa Blanca, negociador implacable en el ámbito privado, ha querido trasladar sus tácticas de negociación a Washington, por ello ha elevado su apuesta al máximo, rayando en lo radical, para tener un punto de partida ventajoso para él.

Una vez conocida la ‘lista de deseos’ de Trump las reacciones no se han hecho esperar y los líderes del Partido Demócrata en el Congreso, Nancy Pelosi y Chuck Schumer, emitieron un comunicado afirmando que la propuesta no puede ser seria y que dificulta cualquier intento de acuerdo.

“Le dijimos al presidente, en nuestra reunión, que estamos abiertos a medidas de seguridad fronteriza razonables, pero esta lista va mucho más allá de lo razonable”, se lee en el comunicado de los demócratas.

Y es que la insistencia -de nueva cuenta- en la construcción completa del muro fronterizo con México ha desconcertado a los legisladores demócratas, ya que hace menos de un mes, cuando comenzaron las negociaciones por el futuro del DACA, Trump había separado el tema del muro de estas conversaciones.

Pero no solo es la construcción del muro lo que preocupa a la oposición, también hay otras medidas que llaman la atención por su dureza e incluso por la complejidad que implica su propia implementación.

Trump ha puesto sobre la mesa de negociaciones normas más severas para el control de refugiados, la ampliación del catálogo de razones para que los inmigrantes puedan ser rechazados, la reducción significativa de las opciones que tienen los migrantes para obtener una tarjeta de residente, entre otras medidas.

De igual forma, la administración de Trump busca con estos nuevos lineamientos acabar con las llamadas Ciudades Santuario, retirando los fondos a aquellas que se nieguen a cooperar con la administración federal en política migratoria.

La oportunidad

A principios de septiembre, el presidente Donald Trump decidió terminar con el programa DACA, dejando sin protección a más de 800 mil dreamers, concediendo una prórroga de seis meses para intentar hallar una salida política.

A pesar de que Trump había dado su promesa a estos inmigrantes llegados desde niños a Estados Unidos de que no tenían nada de qué preocuparse, al final llevó a cabo una nueva ofensiva contra uno de sus blancos favoritos, los inmigrantes.

En los primeros acercamientos con los legisladores demócratas, la sensación fue -por lo menos en lo público- que se podría llegar a un acuerdo con la Casa Blanca para buscar una alternativa para estos jóvenes y detener la deportación.

Sin embargo, con los lineamientos recientemente enviados por la Casa Blanca se rompieron, al menos de momento, todos los puentes de negociación, y las posturas que en algún momento parecían coincidentes se alejaron totalmente a los extremos.

Además de lo redituable que es y siguen siendo entre sus electores los ataques en contra de los migrantes, el mandatario ha venido jugando con las circunstancias a su favor, poniendo el futuro de los dreamers como su principal baza negociadora.

De antemano los demócratas, pero también algunos republicanos, no están a favor de un endurecimiento en la política migratoria al grado de lo que Trump ha enviado al Congreso, pero en lo que ambos coinciden es en rechazar la expulsión de los dreamers.

Este punto es en donde Trump ha sacado a relucir sus dotes de negociador para llevar su apuesta al máximo, intentando sacar el acuerdo más ventajoso, en este caso, los lineamientos migratorios más rígidos que sean posibles.

La lista de Trump

Lineamientos de política migratoria que el presidente de EU dio a conocer el domingo pasado:

>> La construcción del muro en la frontera con México

>> Terminar con las ‘Ciudades Santuario’

>> Contratación de 10 mil oficiales para la Oficina de Aduanas y Migración

>> Limitar los permisos de residencia

>> Acelerar la expulsión de menores centroamericanos

>> Reducir el número de refugiados

>> Endurecimiento de las medidas para obtener la residencia

>> Eliminar la lotería de visas por diversidad