Las debilidades del presidente de Francia, Emmanuel Macron quedaron expuestas, luego de que su partido, La Republica en marcha (LaREM), perdiera en las segundas elecciones municipales frente al partido Europa Ecológica-Los Verdes (EELV).
Los verdes, que desde hace varias elecciones avanzan con fuerza en el tablero político francés, triunfaron en algunas de las principales ciudades, como Lyon, gobernada por el Partido Socialista (PS) desde 2001, y Burdeos, bastión de la derecha desde hace 73 años.
Los ecologistas se han impuesto como la principal fuerza de izquierda en Francia y la suma de sus éxitos es parte del cambio político que se viene produciendo en muchos países europeos, como es Suecia, Finlandia, Austria y Alemania en donde ya hay ministros ecologistas.
“Esta noche ganó el deseo de un ecologismo concreto, un ecologismo de acción. Es una ola verde increíble”, declaró el líder de EELV y eurodiputado Yannick Jadot.
Por otro lado, Julien Dayou, secretario del partido de Los Verdes comento que “la ecología está dando un gran paso. Un paso gigante”, mientras festejaba junto con sus aliados de izquierda, los resultados de las elecciones de municipales.
El partido EELV se ha caracterizado por la importancia y toma de conciencia que le dan a las problemáticas y responsabilidades medioambientales, la libertad individual, democracia, diversidad, justicia social, igualdad de género, desarrollo sostenible global y la no violencia.
Ante el poco éxito obtenido en las segundas elecciones municipales, el presidente francés Emmanuel Macron prometió 15 mil millones de euros de nuevos fondos para acelerar el movimiento hacia una economía más verde.
Además, dijo que se avanzaría en la formulación de políticas respetuosas con el medio ambiente, por lo que estaría listo para convocar un referéndum sobre la revisión de la constitución para incluir objetivos climáticos si el parlamento diera su autorización.
Aunado a lo anterior, Macron también consideró la posibilidad de introducir una ley contra el ecocidio, en donde se castigaría con cárcel y una multa de hasta 10 millones de euros a quien lo cometiera. De acuerdo con el Consejo del Clima francés, el ecocidio es una acción que causa daños ambientales graves, hasta cierto grado irreversible.
A pesar de que el Macron a nivel internacional es visto como un campeón verde gracias a su defensa del Acuerdo Climático de París y su campaña para hacer que el planeta vuelva a ser grande, en territorio francés ha sido ampliamente criticado por la falta de medidas ambientales que sean concretas.
El mayor obstáculo de los ecologistas de Francia
De acuerdo con algunos especialistas, Macron esperaba que las elecciones le ayudaran a aumentar la base de votantes de su partido en pueblos y ciudades de toda Francia, incluida París, antes de ir en búsqueda de la reelección presidencial en 2022.
Sin embargo, en París, la socialista Anne Hidalgo revalidó su mandato de seis años, por la apuesta que tuvo por la movilidad sostenible, la cual está marcando el ritmo a otras urbes de todo el continente.
Hasta ahora los ecologistas tienen la ventaja, además de Lyon, Estrasburgo y Burdeos, alcanzaron popularidad en otros núcleos como Poitiers, Besancon, Tours y Annecy
Pese a lo llamativo de la victoria de Los Verdes, la ola ecologista aún tiene limitaciones que superar para convertirse en una mayoría y conquistar la arena nacional, aunque obtuvo el triunfo en las grandes ciudades, en las pequeñas y en el ámbito rural es todo lo contrario.
Expertos señalan que el panorama en el que se encuentra el EELV tiene relación con que el apoyo que reciben proviene de clases medias “ilustradas”, las cuales ya están politizadas y tienen una conciencia ecologista previa, por lo que en las próximas elecciones este punto podría jugar en su contra.
“El reto que tienen los verdes es conquistar lo rural”, asegura el diputado de Más Madrid e ideólogo del partido en cuestiones climáticas, Héctor Tejero.
En países como Alemania, Los Verdes ya se están haciendo fuertes en regiones rurales, esto debido a que en el campo, los efectos de la crisis climática ya se están notando con fuerza, afectando a las cosechas y a la productividad agrícola en general. Por otro lado, en España el camino recorrido es otro, aunque la pandemia y su impacto, amenaza con desequilibrar todo lo que el gobierno hasta el momento ha dado por sentado.