Efecto ‘dominó’

Un soldado jordano murió el lunes en enfrentamientos con hombres armados que trataban de cruzar la frontera hacia Siria.

Además, durante la madrugada hubo choques sectarios en Líbano que dejaron dos muertos, consecuencia de la guerra civil que se extiende a los países vecinos.

El ministro de Información de Jordania, Sameeh Maaytah, indicó que el soldado fue el primero que murió por violencia relacionada con el conflicto que busca derrocar al presidente Bashar al Assad.

Un soldado jordano murió el lunes en enfrentamientos con hombres armados que trataban de cruzar la frontera hacia Siria.

Además, durante la madrugada hubo choques sectarios en Líbano que dejaron dos muertos, consecuencia de la guerra civil que se extiende a los países vecinos.

El ministro de Información de Jordania, Sameeh Maaytah, indicó que el soldado fue el primero que murió por violencia relacionada con el conflicto que busca derrocar al presidente Bashar al Assad.

El militar falleció en enfrentamientos con milicianos que trataron de entrar ilegalmente a Siria para unirse a los rebeldes y pelear contra el régimen del dictador.

Maaytah no especificó si los combatientes eran jordanos o extranjeros.

Un buen número de islamistas extranjeros han estado peleando en Siria junto con los insurgentes.

En meses pasados, Jordania prohibió al movimiento salafista —que promueve una práctica ultraconservadora del Islam— enviar soldados a Siria, y la patrulla fronteriza jordana ha atrapado a algunos de ellos recientemente.

En Líbano, las tropas lanzaron un importante operativo de seguridad para abrir todos los caminos y sacar de las calles a los hombres armados en un intento por contener un brote de violencia que comenzó con el asesinato de Wissam al-Hassan, un importante funcionario de los servicios de espionaje que era un poderoso opositor de Siria.

Los enfrentamientos sectarios en la madrugada del lunes dejaron al menos dos muertos.

Los opositores al gobierno sirio culpan a Damasco de la muerte del general Al-Hassan, ocurrida el viernes al estallar un coche bomba en Beirut.

Con Líbano ya tenso y profundamente dividido por la guerra civil en el país vecino, el asesinato amenaza con arrastrar al país a los mismos conflictos sectarios que lo plagaron durante décadas, muchos de ellos vinculados con Siria.

La mayoría de los sunitas libaneses respaldan a los rebeldes de Siria, que son en su mayoría de la misma corriente musulmana, mientras que los chiitas libaneses tienden a apoyar a Al Assad.

Más de 33 mil personas han muerto en Siria desde que comenzó el conflicto en marzo de 2011.

A las tensiones en Jordania y Líbano se le suman los focos rojos que hay en la frontera turco-siria, pues en semanas anteriores se presentó la movilización del ejército de Turquía a esa zona. (AP)

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