Una nueva jornada de manifestaciones se suscitó en las calles de la capital egipcia.
Los ciudadanos inconformes protestan contra la decisión del mandatario Mohamed Morsi de aumentarse los poderes y redactar de manera arbitraria la nueva Constitución.
La oposición del presidente convocó a una marcha que se reunió en las inmediaciones del palacio presidencial en el distrito capitalino de Heliópolis, informó AP.
Sin embargo, la protesta, que juntó a decenas de miles de egipcios, se tornó violenta al chocar con la policía, quienes lanzaron gases lacrimógenos para detener el avance de la gente rumbo al recinto administrativo.
Mientras esto ocurría, el presidente se encontraba dentro del palacio. Un reporte de la agencia Reuters que informaba que Morsi evacuó el edificio, generó confusión entre los medios.
No obstante, un funcionario presidencial aclaró que el jefe de Estado simplemente se marchó a su casa cuando la multitud creció.
Las fuerzas de seguridad respondieron con dureza cuando los inconformes hicieron a un lado una barricada con alambres de púas que separaba la marcha de las paredes del palacio.
Además de El Cairo, la ciudad norteña de Alejandría también fue escenario de manifestaciones en contra de los decretos de Morsi.
Muchos ciudadanos de Egipto rechazan la inclusión de ciertos aspectos de la sharía –como se conoce a la Ley Islámica, basada en El Corán– en la recién escrita Constitución, que será refrendada a nivel nacional el próximo 15 de diciembre.
Además, 12 periódicos y cinco canales de televisión se declararon en paro en represalia a los artículos constitucionales que censuran la libertad de prensa, publicó el diario español El País.
Los últimos eventos han puesto al país en una severa crisis política que se agravó con las muestras de rechazo de los medios de comunicación.
No se vivía una situación similar en Egipto desde las revueltas que derrocaron al exdictador Hosni Mubarak en febrero de 2011
El país del norte de África y que suponía ser uno de los casos de éxito de la llamada Primavera Árabe, acumula más de dos semanas de convulsiones sociales desde que Morsi tomó la polémica decisión.
El último número de la revista estadounidense TIME tiene en su portada al presidente egipcio y lo nombra “el hombre más importante de Medio Oriente”.