El Brexit duro, un futuro complicado

El gobierno de Reino Unido amenaza con una salida abrupta del bloque económico por lo que se avizora un futuro complicado para nueva relación bilateral
Mara Echeverría Mara Echeverría Publicado el
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Reino Unido va por el camino difícil respecto a su salida de la Unión Europea, por lo que se prevé que su separación del bloque económico, pactada para el primer minuto de 2021, será un movimiento poco tímido. Estas proyecciones de un Brexit duro hicieron eco después de que Boris Johnson, primer ministro británico, fijara el 15 de octubre como la fecha de caducidad de las reuniones en las que se delinean las reglas que regirán su nueva relación con la Unión Europea.

Johnson ha dejado notar su poca preocupación por cerrar un tratado comercial con el bloque de los 26 países, y en los últimos días ha mencionado que considera complicado que los negociadores logren definir las nuevas normativas, por lo que es mejor aceptar el fracaso de los encuentros diplomáticos.

“No tiene sentido pensar en plazos que vayan más allá del 15 de octubre. Si no nos ponemos de acuerdo para entonces, no creo que vaya a haber un acuerdo de libre comercio entre nosotros, y deberíamos aceptarlo y pasar la página”, declaró en un encuentro con medios.

El gobierno británico busca cerrar los pactos de cooperación con el bloque económico respecto a la aviación y el desarrollo de programas científicos, en los que busca total autonomía para determinar los sectores a los que destinará los recursos para la inversión pública

A pesar de las complicaciones que esta afrenta pudiera causar en la economía británica, el primer ministro considera que un fracaso en las negociaciones sería un buen resultado, ya que esta situación dejaría claro que la Unión Europea es otro socio comercial con el que debe mantener una relación con base en los protocolos establecidos por la Organización Mundial del Comercio (OMC).

A las declaraciones del “premier” se suman las intenciones del gobierno británico de aprobar una Ley de Mercado Interior, con la cual anularía las partes consideradas en el acuerdo de escisión que se firmó el 31 de enero, hecho que ha causado molestia en Bruselas.

El Acuerdo de Retirada establece que Irlanda del Norte se mantendrá dentro del mercado interior comunitario bajo las reglas del bloque, por lo que la nueva legislación eliminaría esta cláusula respecto al control aduanero, de acuerdo con una publicación del diario The Financial Times.

Como respuesta, la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, declaró que el gobierno británico está legalmente comprometido a respetar el acuerdo de salida del bloque comunitario.

“Confío en que el gobierno británico implementará el acuerdo de salida, obligación ante la ley internacional y condición previa para cualquier futura asociación”, escribió Úrsula von der Leyen en su cuenta en la red social Twitter.

Daniela Sabin Hathorn, analista de mercados, declara que dada la situación, es poco probable que los negociadores pacten un divorcio terso, por lo que un acuerdo reducido es la mejor opción, ya que permitiría mantener la relación comercial básica entre ambos territorios.

“Lo que sí que creo es que un Brexit completamente duro es poco probable, dado que la economía británica no está preparada para hacerle frente tras el hachazo del coronavirus. Además, un medio acuerdo alcanzado en el último momento sería buena publicidad para el primer ministro, algo que ya ha utilizado en el pasado”, opina la analista.

La separación funcional de Reino Unido de la Unión Europea es jurídicamente legal desde el 31 enero de este año

Fragilidad británica en el Brexit

La separación funcional de Reino Unido de la Unión Europea es jurídicamente legal desde el 31 enero de este año, no obstante, los líderes de ambas partes acordaron desarrollar mesas de negociación con el fin de establecer las reglas que regirán el intercambio comercial a partir del próximo año.

Desde entonces, el gobierno británico ha logrado tensar las negociaciones, como una forma de dejar clara su autonomía, situación que ha dado un impulso a favor de Boris Johnson, aunque pudiera dejar sin cobijo a la economía de su país, que ha sido golpeada por la crisis sanitaria que ha provocado el coronavirus.

El Producto Interno Bruto (PIB) británico se desplomó 20.4 por ciento durante el segundo trimestre del año, por lo que enfrenta su peor crisis desde 2009, de acuerdo con datos divulgados por la Oficina Nacional de Estadística.

Con un Brexit duro, la recuperación de la economía británica podría ser más compleja, dado que el país ya no será considerado dentro de los intercambios comerciales con los que Bruselas pretende dar aire a la economía de los 26 países del bloque.

Un Brexit completamente duro es poco probable, dado que la economía británica no está preparada para hacerle frente tras el hachazo del coronavirus
Daniela Sabin HathornAnalista de mercados

A esto se suma que Londres podría tener una recuperación más lenta respecto al empleo, pues los británicos ya no serán considerados ciudadanos comunitarios, por lo cual será más complejo para ellos residir o trabajar en otros países del viejo continente.

Si bien, pese a los jaloneos, las negociaciones entre Bruselas y Reino Unido continuarán en los últimos días de este mes y los primeros de octubre, todo indica que las reglas para la nueva relación bilateral podrían quedar en término medio.

Al respecto, Malcom Barr, analista de JP Morgan, escribió que las posibilidades de que se materialice un Brexit sin acuerdo son de aproximadamente un tercio, no obstante, considera posible que las negociaciones logren pactos comunes en 2021, cuando Reino Unido ya no sea parte de la Unión Europea.

“Sería una sorpresa para nosotros si se lograra un avance suficiente para que se pudiera llegar a un acuerdo para un tratado para finales de octubre”, dijo el analista de JP Morgan.

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