El búmeran de Obama
El mandatario estadounidense ha sufrido más el Obamacare que un enfermo al buscar su seguro. Desde que fue aprobada esta ley en 2010, por un Congreso con mayoría republicana, el presidente ha tenido que salir a defenderlo ante los medios en diferentes ocasiones.
Los demócratas, en un principio, lo defendían mientras que los republicanos pedían terminar con el proyecto que consideraban no beneficiaría a ningún estadounidense.
Andrea B. AssuntoEl mandatario estadounidense ha sufrido más el Obamacare que un enfermo al buscar su seguro. Desde que fue aprobada esta ley en 2010, por un Congreso con mayoría republicana, el presidente ha tenido que salir a defenderlo ante los medios en diferentes ocasiones.
Los demócratas, en un principio, lo defendían mientras que los republicanos pedían terminar con el proyecto que consideraban no beneficiaría a ningún estadounidense.
Sin embargo, el pasado viernes, la Cámara de Representantes aprobó una ley que busca reducir el alcance de la reforma sanitaria. De los votos a favor de la iniciativa, 39 pertenecieron a representantes demócratas.
Posteriormente debe apoyarse por la mayoría del Senado, pero la Casa Blanca anunció que a pesar de que esta ley fuera aprobada, el presidente la vetaría por considerarla un “sabotaje” a la reforma.
Esta movida se podía esperar de los republicanos pero, ¿ahora también de los demócratas?
The Washington Post describió ayer el papel que han tomado los compañeros de partido del presidente Obama desde que se aprobó la ley.
“Han estado dispuestos a distanciarse en lo posible de, lo que los republicanos y la prensa, han destacado como errores del Obamacare, siempre que no se afecte el núcleo de la ley“, señaló.
“¿Pero es posible que, si llegan a un alto nivel de pánico, los demócratas apoyen la derogación de la ley? No, no lo harán”.
¿Y puede Obama estar tranquilo?
No parece estarlo cada vez que tiene que salir derrotado ante la prensa asumiendo algún error en su iniciativa y menos ahora que algunos de los demócratas aparentemente le dieron la espalda.
Incluso el pasado 13 de noviembre la administración tuvo que reportar que solo 106 mil personas se habían registrado, a pesar de que se esperaba que llegaran al medio millón en el primer mes.
“No se puede confiar en la Casa Blanca, no hay manera de arreglar Obamacare”, aseguró el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, sobre la ley que el mismo Congreso aprobó.
Y esa confianza es lo que le está costando a Obama esta reforma sanitaria. Tanto que “lo amenaza tanto como lo hizo la guerra en Irak a su predecesor, George W. Bush”, aseguró el columnista Mike Lupica en New York Daily News.