La situación política de Brasil sigue generando escándalos. A seis meses de que se celebren las elecciones generales, algunos candidatos continúan sin encontrar un rumbo fijo, como es el caso de Sergio Moro.
Fue el pasado viernes 1 de abril que el exministro de Justicia dio a conocer a través de una conferencia de prensa que se uniría al partido Unión Brasil, bajo con cual intentaría cambiar el rumbo de su país.
Sin embargo, esa decisión se dio un día después de que se deslindara del partido Podemos, al cual se incorporó en noviembre de 2021, y con el que intentaría llegar a las presidenciales.
“Para unirme al nuevo partido, renuncio, en este momento, a la precadidatura presidencial y seré un soldado de la democracia para recuperar el sueño de un Brasil mejor”, anunció Sergio Moro.
Según medios locales, el cambio del también exjuez se debió al poco apoyo económico que recibía en Podemos para impulsar su candidatura a la presidencia, pues representa un grupo pequeño a nivel nacional en comparación con los más posicionados.
Además, se considera que Sergio Moro se vio motivado a renunciar a Podemos para impulsar su intención de voto, el cual al pasado 16 de marzo era de seis por ciento, de acuerdo con la última encuesta publicada por la consultora Quaest.
Para la doctora Regina Crespo, investigadora del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe (CIALC) de la UNAM, este movimiento también refleja la situación en la que está la centro-derecha en Brasil, pues no ha encontrado ningún candidato que sea una verdadera alternativa y le haga frente a las opciones más fuertes.
De acuerdo con datos de Quaest, es el expresidente Luis Inácio Lula da Silva quien va a la delantera de las elecciones con 45 por ciento, mientras que en segundo lugar se ubica el actual mandatario Jair Bolsonaro, con el 25.
Ante estos candidatos, Sergio Moro ha lanzado múltiples críticas, asegurando que representan tanto la corrupción como las mentiras, pues sólo “buscan privilegios e impunidad”.
“Brasil necesita una alternativa que libere al país de los extremos, la inestabilidad y la radicalización. Por eso acepté la invitación del presidente nacional de Unión Brasil, Luciano Bivar, para unirme al partido y así facilitar las negociaciones de las fuerzas democráticas de centro en pos de una sola candidatura presidencial”, dijo Moro.
Sergio Moro, sin posibilidad de triunfo
A pesar de su cambio de partido político y su propósito de volver a contender en las presidenciales, aún es poco probable que Sergio Moro aumente sus intenciones de voto, considerando el perfil que le ha presentado a la población de Brasil.
En entrevista, la doctora Crespo detalla que a pesar de las ideas que pasaron por la cabeza del exjuez para ascender en las elecciones, es su conducta inestable lo que no lo hace avanzar, pues un día puede decir algo y al siguiente cambiarlo, como sucedió con su candidatura.
Incluso, a pesar de que había asegurado que se enfocaría en una diputación federal tras dejar atrás su lucha a la presidencia con Podemos, renunció a esa propuesta sin dar más explicaciones a la prensa.
“La pregunta es: ¿quién va a votar por alguien que cambia de opinión así? Lo único que dice es que va a actuar en contra de la corrupción, cuando la utilizó como una especie de herramienta de conducta cuando fue juez”, sostiene la especialista.
Bajo esa perspectiva, la doctora remarca que la carrera de Sergio Moro es muy poco probable que pueda despegar a pesar de sus intentos, pues además está a kilómetros de distancia de sus competidores Bolsonaro y Lula da Silva, para quienes representa una nula preocupación en las contiendas.
Por otro lado, si es que en un futuro decide postularse a una diputación, a través de ese puesto podría recibir inmunidad parlamentaria, evitando acusaciones en su contra.
Sin embargo, su papel podría estar en juego en caso de que el Partido de los Trabajadores (PT) se lleve las elecciones de la mano de Luiz Inácio, a quien Moro le negó distintas apelaciones cuando era juez, haciendo que terminara en prisión por presuntas acciones de corrupción.
Será el propio exjefe de Estado quien dé a conocer la posición que le dará a Sergio Moro, en espera de que deje a las autoridades correspondientes su caso, siempre y cuando se encuentren señalamientos contra su persona.
Hasta el pasado viernes, ni Lula da Silva ni Bolsonaro habían hecho una declaración de las últimas acciones del exjuez.