La advertencia de Rusia está hecha. En caso de que Finlandia y Suecia se integren a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), el gobierno del presidente Vladimir Putin podría ocasionar un despliegue de armas nucleares.
“Lo tienen que decidir las propias autoridades de Suecia y Finlandia, pero deben comprender las consecuencias de ese paso para nuestras relaciones bilaterales y la arquitectura de la seguridad europea en general”, dijo María Zajárova, portavoz de Asuntos Exteriores de Rusia.
Ante esa posible unión, los mayores temores de Rusia son que no sólo esté completamente rodeada por países altamente armados militarmente, sino por naciones cercanas a la política de Occidente, principalmente a la de Estados Unidos, su mayor enemigo.
Fue el pasado 13 de abril cuando las naciones nórdicas expusieron su interés por integrarse a la Alianza Atlántica recibiendo como respuesta una advertencia de parte del gobierno ruso, mas no ha sido la primera vez que esto sucede.
Antes de que comenzara la invasión a Ucrania, el 24 de febrero, el gobierno ruso ya había advertido a estos Estados sobre las consecuencias que habría si estaban interesados por ingresar a la OTAN, pero en aquella ocasión fueron los ciudadanos suecos y finlandeses quienes no aprobaron su adhesión al grupo militar.
Sin embargo, actualmente parece ser todo lo contrario. Mientras que en diciembre de 2021 sólo 24 por ciento de los finlandeses estaba a favor de ser parte de la Alianza, este mes casi siete de cada 10 ciudadanos lo aprobaron.
Por su parte, en Suecia más de la mitad de su población aceptó la integración a la organización, según un sondeo publicado en marzo pasado.
De acuerdo con medios internacionales, ha sido la invasión de Rusia a Ucrania lo que ha convencido a los países nórdicos a apostarle a la OTAN, considerando que al ser parte del mismo les asegura una mayor protección tanto armamentística como gubernamental
Las primeras ministras de Finlandia y Suecia, Sanna Marin y Magdalena Andersson, respectivamente, aseguraron que será cuestión de semanas para que se confirme o no la integración de sus países a la organización, dejando ese paso no sólo en las manos de sus ciudadanos, sino en las de sus respectivos parlamentos.
“Tenemos que analizar la situación para ver qué es lo mejor para la seguridad de Suecia, para el pueblo en esta nueva situación (en Europa), pero no hay que precipitarse, hay que hacerlo muy seriamente”, dijo Andersson.
Al respecto, el maestro Eduardo Palacios Cabrera, miembro del Centro de Estudios Postsoviéticos con sede en Moscú y del Centro de Estudios sobre Eurasia, opina que es bastante probable que la adhesión de ambos países a la organización suceda, principalmente por dos hechos: el que las dos primeras ministras hayan decidido reunirse para discutirlo y por la cantidad de ciudadanos que desean ser parte de la Alianza.
Sin embargo, añade que ante esa situación en efecto se esperaría un despliegue de armas nucleares por parte de Rusia, reforzando también su presencia a través de tropas terrestres en la frontera con Finlandia y Suecia.
“La palabra nuclear se sigue utilizando para tratar de convencer a estos países de que (ser parte de la OTAN) no es la decisión más adecuada, aunque al parecer todas estas advertencias podrían estarle saliendo al revés a Rusia”, asegura el también docente del Tecnológico de Monterrey, campus Chiapas.
El panorama deseado, entre la OTAN y Rusia
Ante la posibilidad de un ataque por parte del gobierno ruso, no se espera que los países nórdicos aguarden ese golpe nuclear o agresiones verbales de los representantes rusos, sino todo lo contrario.
Se prevé que las primeras ministras de Finlandia y Suecia vuelvan a reunirse para acordar una cercanía con Moscú con el fin de que el panorama de agresión descienda.
“Creo que esa sería la salida más inteligente, que hubiera negociaciones a nivel bilateral en las que se reforzaran estatus de neutralidad, que se firmaran de forma abierta pactos de no agresión ni de cuestiones secretas”, apunta el especialista.
Bajo esa perspectiva, se prevé que a corto plazo las primeras ministras de las naciones nórdicas anuncien un encuentro con algunos representantes rusos, asegurándoles que debido a que no cuentan con seguridad regional en caso de que la guerra en Europa aumente, fue que decidieron analizar la posibilidad de obtenerla a través de OTAN.
Antes de que comenzara la invasión a Ucrania, Rusia ya había advertido el lanzamiento de armas nucleares en caso de que Finlandia y Suecia se unieran a la OTAN
Además, incluso podrían comprometerse a no mantener una relación tan apegada con Estados Unidos, conservando de cierto modo el estatus neutral que ambas naciones tuvieron por décadas.