En la Corte Federal de Brooklyn, en Nueva York, se volvió a escuchar la voz de Joaquín Guzmán Loera. Con el testimonio de un agente del FBI, el jurado y el juez Brian Cogan oyeron una de las 200 llamadas que la oficina de gobierno interceptó del teléfono del capo entre los años 2011 y 2012.
El agente Steven Marston declaró en el juicio que logró capturar las llamadas del sinaloense con la ayuda de un testigo colaborador, Cristian Rodríguez, un capo colombiano que se convirtió en el jefe encargado de encriptar las comunicaciones de Guzmán Loera y entrenar a otros técnicos para trabajar a su servicio.
Marston, quien se ha dedicado a investigaciones ligadas al narcotráfico por 17 años, convenció a Cristian Rodríguez de colaborar para la oficina de gobierno luego de que el estadounidense le tendiera una trampa.
Tras organizar una falsa reunión entre narcos en un hotel de Manhattan en 2010, donde agentes del FBI se hicieron pasar por gángsters, filmaron en video la conversación con Rodríguez y con eso lo convencieron de colaborar para ellos.
El colombiano, que trabajaba desde su país natal, logró interceptar 200 conversaciones que “El Chapo” tuvo desde sus escondites en las montañas de Sinaloa con socios, sicarios y oficiales mexicanos, parte de las cuales fueron difundidas este martes como evidencia.
Una de las llamadas que se reprodujo en la Corte fue una que el capo sinaloense tuvo con Orso Iván Gastelum, alias “El Cholo”.
En el audio, Gastelum le asegura a Guzmán que golpeó a un par de policías, sin embargo, esta declaración hizo que el capo sinaloense le reprochara el acto.
“No seas tan duro con la policía. Déjalos, no los persigas, son los que nos ayudan (…) Sólo rétalos, no les pegues más. Habla con ellos con calma porque pueden llamar a los soldados”
Guzmán Loera también le pidió que una vez que secuestrara a sus víctimas le llamara para asegurarse de que no fuera a ejecutar a gente inocente. “El Cholo” le respondió que su gente actuaba rápido.
Joaquín Guzmán, de 61 años, considerado uno de los líderes del Cártel de Sinaloa, fue extraditado a Estados Unidos hace casi dos años. Es acusado de traficar más de 155 toneladas de droga al país norte. Si es hallado culpable, puede ser condenado a cadena perpetua.
