La salud de Joaquín Guzmán Loera sigue inestable. A un mes de que su juicio iniciara, el abogado del capo, Eduardo Balarezo, aseguró que su cliente se presenta a la Corte de Brooklyn con un dolor constante de oídos y garganta.
“Siempre le duelen los oídos y la garganta debido a que el aire acondicionado de su celda sopla corriente sobre él las 24 horas. Además, está obligado a beber agua del grifo, los auxiliares de la prisión donde se encuentra no le dan agua embotellada como a los demás”, dijo Balarezo a la prensa.
El 13 de marzo del año pasado, los abogados de oficio de Guzmán Loera informaron que el sinaloense tenía alucinaciones auditivas y que estaba empeorando día con día. Le hicieron saber al juez Brian Cogan (quien actualmente lleva su caso) que el estado del mexicano se debía al aislamiento al que lo habían sometido.
“Está totalmente aislado, no tiene luz natural, no sabe cuándo es de día y cuándo de noche. Y pasa frío, se ve obligado a dormir con las luces encendidas las 24 horas”, reclamó la defensa de Guzmán, asegurando que la salud de su cliente se había deteriorado desde que fue extraditado a Estados Unidos, el 19 de enero del 2017.
“‘El Chapo’ tiene dificultades para respirar y sufre de dolor de garganta y dolores de cabeza. Ha experimentado recientemente alucinaciones auditivas, se queja cuando trata de escuchar música en su celda”, detallaron sus abogados el año pasado, unas declaraciones parecidas a las que informó Balarezo este domingo
Guzmán Loera es acusado de haber dirigido uno de los mayores imperios de droga del continente americano. Se ha declarado no culpable de los más de 10 cargos de los cuales le acusa la justicia estadounidense. Sólo el primero de ellos, dirigir el Cártel de Sinaloa, puede implicar cadena perpetua.
Los testigos que se han presentado a testificar han declarado ante el juez Cogan y el jurado que el sinaloense era uno de los líderes del cártel, y que incluso llegó a sobornar a funcionarios mexicanos.
