El Congreso en la mira
Ayer, en Madrid, mientras en el interior del Congreso de los Diputados se debatían los Presupuestos Generales del Estado para 2013, en el exterior se daba inicio a una nueva semana de movilizaciones convocadas por la Coordinadora #25s con el objetivo de expresar su rechazo a lo que han calificado como “Los presupuestos de la Deuda”.
Sandra de Miguel SanzAyer, en Madrid, mientras en el interior del Congreso de los Diputados se debatían los Presupuestos Generales del Estado para 2013, en el exterior se daba inicio a una nueva semana de movilizaciones convocadas por la Coordinadora #25s con el objetivo de expresar su rechazo a lo que han calificado como “Los presupuestos de la Deuda”.
El epíteto está motivado porque, según declaraciones de activistas en rueda de prensa recogidas por el diario Público, la ley de los Presupuestos “no respeta la soberanía popular en el procedimiento y además tiene un contenido generador de opresión y miseria” y porque “en ellos se recortan 40 mil millones de euros en servicios sociales básicos, desde educación y sanidad pasando por la investigación del desarrollo o la dependencia, para poder pagar los 38 mil millones de euros de intereses de la deuda en 2013”.
Para iniciar esta nueva semana de protestas, ayer se realizaron a las 6 de la tarde dos asambleas en la inmediaciones de la Cámara convocadas por la Coordinadora #25s, que en su sitio de Internet deja esta información sobre su función: “Rodeamos el Congreso de los Diputados. Hasta que nos devuelvan la democracia, las veces que haga falta”.
Una de las asambleas abordó las cuentas del 2013, los recortes y la deuda y otra debatió sobre el “proceso constituyente” que se viene reclamando en las últimas marchas y cuyo fin es crear una nueva constitución que se adapte a las actuales necesidades de la población española y que surja de la voluntad popular.
Después, algunas de las ideas que surgieron en las asambleas o que se habían venido repitiendo en las últimas protestas, se escribieron en carteles y se colgaron en las vallas policiales que rodeaban el Congreso. En ellas podían leerse lemas como “No debemos, no pagamos”, “Dimisión PPSOE (como se denomina al régimen bipartidista por el que se alternan los dos partidos principales, el Partido Popular y el Partido Socialista Obrero Español)”, “Los recortes de hoy son el fascismo de mañana” o “El Gobierno pide paciencia, nosotros gritamos desobediencia”.
Por último, a las 9 de la tarde se rodeó el Congreso. La intención de los activistas era no marcharse de allí hasta que se fueran los diputados, a los que acusaron de “simular que debaten unos presupuestos encargados por la Troika”.
Público reportó que hasta las 11 horas la gente no se retiró y que la Coordinadora habló de 5 mil asistentes mientras que el gobierno estimó unos 2 mil.
Para mañana la Coordinadora ha hecho un llamamiento a la desobediencia civil pacífica en la que invitan a grupos y a individualidades a que organicen las acciones que se les ocurran y para el sábado se ha convocado una nueva marcha.