“Papi cambió el mundo”, se le escucha decir a una niña de trenzas largas que está sentada sobre los hombros de su padre, George Floyd. Ambos repiten la misma frase y ella mantiene una amplia sonrisa, un rostro al que, al parecer, lo invade la paz.
A casi un año de la muerte de ese hombre en manos de un policía blanco, la frase de su hija se convirtió en realidad, o al menos intenta serlo. Su padre, George Floyd, dio un paso para cambiar el mundo.
El pasado martes, un jurado en Minnesota declaró culpable de tres cargos por homicidio a Derek Chauvin, el policía que influyó en la muerte de Floyd, luego de detenerlo en mayo pasado por hacer uso de un billete falso.
La noticia de su culpabilidad estalló positivamente en todo Estados Unidos, pero sobre todo en la comunidad afroamericana, personas que, desde la muerte de George, protestaron a través del #BlackLivesMatter para velar por sus derechos y su seguridad.
De acuerdo con la ONG Mapping Police Violence, las personas de color tienen tres veces más probabilidades de ser asesinadas por la policía que la gente blanca en EU
Y aunque el veredicto contra Chauvin le abrió la puerta a la justicia y a la esperanza a la gente de color, aún hay trabajo por hacer, medidas que implementar para que muertes como la de Floyd no vuelva a ocurrir en manos de la policía.
“El legado de George no será sólo su muerte, sino lo que debemos hacer en su memoria (…) No debemos apartarnos. No debemos dar la vuelta. Tenemos la oportunidad de comenzar a cambiar la trayectoria de este país. Es mi esperanza que estemos a la altura de este legado”, declaró el presidente Joe Biden, minutos después del juicio en Minnesota.
Del mismo modo, la vicepresidenta Kamala Harris sostuvo que se debe seguir actuando para que las vidas de cada persona de color en Estados Unidos sean valoradas en el sistema educativo, de salud, de vivienda, económico, y de justicia penal, pues “todos somos parte del legado de George Floyd, y nuestro trabajo ahora es honrarlo y honrarlo a él”.
Al respecto, el doctor Eduardo Rosales, académico e internacionalista de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán, declara que, en efecto, aunque el veredicto contra Derek Chauvin representa una etapa de concientización y de hacer justicia en Estados Unidos, todavía falta mucho por hacer para que eso sea una realidad.
Para él, esta brutalidad policial es parte de un problema mucho más grande tanto a nivel social como de instituciones. Por ello, enfatiza la importancia de hacer un profundo ejercicio en todo el país para fomentar los derechos humanos, específicamete en los cuerpos policiacos.
“Es una labor titánica, pero alguien tiene que iniciarla, que fomentarla, que acreditarla y evitar en la medida de lo posible todo este tipo de liderazgos de grupos supremacistas”, admite Rosales.
Por su parte, para la maestra Raquel Saed, especialista en medios y política de Estados Unidos de la Universidad Iberoamericana, otra medida que se debe implementar es que la conversación a favor de esta lucha se mantenga abierta, sobre todo con los líderes que están en el poder.
“Esto no sucedió con el presidente anterior, él estaba con los grupos blancos, incluso con los policías (…) Los policías apoyaban a (Donald) Trump políticamente, y con eso él los favorecía aunque hubiera todos estos errores contra los afroamericanos”, resalta.
De ese modo, se espera que el diálogo se dé a través de los medios de comunicación, en espacios públicos, para que a su vez llegue a más gente que necesita concientizarse y valorar a todos por igual.
En espera de la ley George Floyd
Días después de que se diera a conocer la muerte de George Floyd, la vicepresidenta Kamala Harris, el senador Cory Booker y la representante Karen Bass, presentaron la Ley de Justicia en las Técnicas Policiales George Floyd, una reforma que, aunque podría continuar el legado que tanto se busca, sigue en espera de ser aprobada.
A través de dicha ley, se pretende abordar la mala conducta sistemática de los departamentos de policía, y reforzar la confianza entre las fuerzas del orden y las personas a las que se les ha confiado el servicio y la protección.
Ante este proyecto, fue el propio presidente Joe Biden quien le aseguró a la familia de Floyd trabajar para su aprobación y firmarlo lo antes posible; sin embargo, aún no existe fecha oficial para ello.
De acuerdo con la internacionalista Raquel Saed, la ley sin duda podría aprobarse debido a que el Congreso favorece al gobierno, pero en efecto podría tardar un poco debido a que se debe conocer la opinión de todos los legisladores.
“Gracias a la administración de Biden es que estas posibilidades están más abiertas, en general lo están. Se puede avanzar y no quedarnos atorados”, admite la maestra.
